Sergio Padila Moreno
Hace unos días platicaba con un colega profesor que da clases en una preparatoria de la ciudad y me comentó del crecimiento en años reciente de las páginas de internet donde algunos estudiantes de educación media superior y superior acuden a comprar o pagar por que les hagan trabajos académicos o conseguir respuestas de exámenes. Con los años de experiencia que tengo en la docencia constato los niveles de estrés que los trabajos finales o exámenes generan en muchos estudiantes, pero, a reserva de hacer un análisis más profundo del tema de la compra de trabajos, considero que es una falta de honestidad, además de lo absurdo de poner el interés en la calificación numérica y no en el aprendizaje.
Como dijo otro amigo: “¡Dios me libre de caer en manos de un médico, un abogado, un ingeniero, un contador o cualquier profesional que haya obtenido su título de manera deshonesta!
Desde la perspectiva de la fe y la vida cristiana, en el Credo hablamos de un juicio, un examen, como parte de las Postrimerías, y es un asunto que a más de alguno debe ponerlos nerviosos o inquietos porque no hay modo de hacer trampa. La buena noticia es que las preguntas del examen final sobre nuestra vida ya las conocemos, aunque muchas veces se nos olviden. Para recordarlas vale la pena volver a leer el pasaje de Mateo 25:31-40, donde al final dice: “Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí”.
PROPOSITOS PARA ENCENDER LA CARIDAD
Estamos iniciando nuevo año y un buen propósito, adicional a los tradicionales de hacer más ejercicio, cuidar la alimentación, ser mejor persona, etc., es qué tal si nos proponemos trabajar más por encender la caridad en las circunstancias de cada día hacia las y los demás en medio de un mundo injusto, dividido, lleno de contradicción y deshonestidad que termina por afectar a los más necesitados.
Como dijo el Papa Francisco en uno de los mensajes después de rezar el Ángelus con los peregrinos presentes en la Plaza de San Pedro: “Jesús vendrá al final de los tiempos para juzgar a todas las naciones, pero viene a nosotros cada día, de tantos modos, y nos pide acogerlo. La Virgen María nos ayude a encontrarlo y recibirlo en su Palabra y en la Eucaristía, y al mismo tiempo en los hermanos y en las hermanas que sufren el hambre, la enfermedad, la opresión, la injusticia. Puedan nuestros corazones acogerlo en el hoy de nuestra vida, para que seamos recibidos por Él en la eternidad de su Reino de luz y de paz.”
Uno de los caminos que nos pueden ayudarnos a trabajar la vida para en todo amar y servir es la espiritualidad ignaciana, forjada desde la experiencia de Ignacio de Loyola, después de un largo proceso de conversión que inició, hace 500 años, con una grave herida en su pierna a causa de una bala de cañón (Cfr. https://ignatius500.org/es/)
El autor es académico del ITESO, Universidad Jesuita de Guadalajara
En Todo Amar y Servir | Canción de Pastoral Juvenil Ignaciana (Cuba)