El coronavirus no impidió la celebración de este acontecimiento en el pasado Corpus Diocesano.

David Hernández

Contra todo pronóstico por la pandemia de COVID-19, el sábado 13 de junio la Arquidiócesis de Guadalajara celebró la décimo quinta procesión del Corpus Diocesano por las calles del Centro de la ciudad, la cual tuvo como lema “La Eucaristía, fuente de Misericordia”.

Esta celebración instituida en 2004 con el Congreso Eucarístico Internacional, se realizó por primera ocasión a puerta cerrada en el Templo Expiatorio y con una procesión donde participaron pocos sacerdotes y banderas de la Adoración Nocturna, los cuales también festejaron 100 años de su fundación en Guadalajara.

Agentes de misericordia

Durante la homilía, el Cardenal José Francisco Robles Ortega, Arzobispo de esta diócesis, hizo un llamado a todos los fieles que seguían la transmisión por redes sociales a ser agentes de cambio durante este tiempo de crisis por la pandemia.

“La Eucaristía es la fuente inagotable de esa misericordia y al mismo tiempo que nosotros experimentemos la misericordia del Señor en nuestra propia vida, hagámonos también agentes de misericordia para con los demás, para los que viven entorno a nosotros, para con los que nos encontramos en el camino de la vida. Hagámonos testigos de la misericordia que experimentamos cada vez que nos acercamos a la mesa del Señor”, mencionó el Arzobispo.

Asimismo, invitó a dar gracias por el centenario de la Adoración Nocturna, gracias a la cual muchos hombres y mujeres se han visto beneficiados, convirtiéndose en un modelo de esperanza para sus familias.

“Pidamos para que la Adoración Nocturna siga siendo esa escuela de espiritualidad, de intimidad con Cristo y cercanía con su misterio. Que la Eucaristía siga nutriendo la vida de tantos hombres y mujeres”.

Cardenal Francisco Robles.

Caminando con Cristo

Tras concluir la celebración Eucarística, se realizó la procesión desde el Templo Expiatorio hasta la Catedral Metropolitana por las Avenidas Enrique Díaz de León e Hidalgo.

En el recorrido elementos policíacos escoltaron la procesión evitando aglomeración de personas en la zona. Durante el trayecto, ciudadanos salían desde sus balcones para tomar alguna foto y otros que iban pasando por las banquetas se detenían un momento para hacer oración.

El Cardenal Francisco Robles permaneció al frente de la procesión en todo momento y dio la bendición con el Santísimo Sacramento afuera de la Catedral.

Revive la transmisión completa del evento en el enlace.

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