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Ofrecemos un esquema para realizar una celebración familiar o grupal, sin la presencia del presbítero, para el…

V DOMINGO DE PASCUA,

Ciclo A, 10 de Mayo de 2020.

Adaptación: Pbro. Armando Antonio Suárez Díaz

Audio: Pbro. J. Jesús Suárez Arellano

INTRODUCCIÓN ANTES DE LA CELEBRACIÓN

Tema general:

“EL CAMINO PARA LLEGAR JUNTOS AL PADRE ES JESÚS”

(¿Qué me hace falta para ser camino, verdad y vida para mis prójimos?)

Nota litúrgica: Estas líneas podrían ser meditadas con antelación por quien guiará la celebración y pueden inspirar sus comentarios e intervenciones durante la misma.

IDEAS PARA EL CELEBRANTE/GUÍA:

“¿A dónde te diriges en la vida? ¿Para qué o para quién vives?” Son las preguntas más importantes que tenemos que formular a nuestra gente, a la Iglesia, unos a otros y a nosotros mismos…

Muchos no sabemos qué respuesta dar.  Incluso los cristianos, a veces, nos sentimos perdidos.  ¡Qué triste es perder el camino, cuando no sabemos dónde estamos en la vida, cuando todo parece confuso y sin sentido…

Pero, en este V Domingo de la Pascua, Jesús no sólo nos dice “les voy a mostrar el camino”, sino, los voy a llevar a su meta en la vida; los voy a llevar de manera segura al Padre y a los hermanos, e incluso a lo más auténtico de ustedes mismos; vivan como yo he vivido, pues “yo soy el camino, y la verdad y la vida…”

Jesús es nuestro camino y nuestro compañero al caminar… Y vamos por esta vida en medio de una comunidad agradecida, activa y servicial, que se sabe constructora del proyecto del Reino…

1. INICIO DE LA CELEBRACIÓN

GUIA: EN EL NOMBRE DEL PADRE, Y DEL HIJO, Y DEL ESPÍRITU SANTO.

Todos: AMÉN.

GUIA: Ustedes son una raza escogida, un sacerdocio real, una nación consagrada,

un pueblo adquirido para alabar a Dios.

Jesús, nuestro Señor y Salvador, esté siempre con ustedes. 

Todos: Y con tu Espíritu.

2. ACTO PENITENCIAL.

GUIA: Algunas veces, aunque conocemos el camino hacia Dios y hacia los hermanos, elegimos vagar sin rumbo fijo por nuestras veredas egoístas.  Pidamos al Señor que nos perdone y nos corrija.  (Pausa)

•        Señor Jesús, nuestro Camino, tú te encaminabas siempre hacia la gente. Llévanos contigo por ese camino de entrega. 

Todos: Señor, ten piedad.

•        Cristo Jesús, nuestra Verdad, tú caminaste por el camino desgastante del servicio. Danos el valor de seguirte a ti por ese mismo camino.

Todos: Cristo, ten piedad.

•        Señor Jesús, nuestra Vida, tú eres, antes que nada, nuestro camino hacia el Padre: Guíanos por el camino de nuestra vida.

Todos: Señor, ten piedad.

GUIA: Ten misericordia de nosotros, Señor; perdónanos, y líbranos de los caminos tortuosos. Acompáñanos en el camino hacia la vida eterna. 

 TODOS: Amén.

3. ORACIÓN COLECTA:

GUIA: Señor nuestro, Dios de vida,

Tú eres un Dios que siempre has caminado con tu pueblo;

lo condujiste por medio del desierto a la libertad;

y nos enviaste a Jesús para que fuera nuestro camino hacia ti, hacia nuestros hermanos

y a lo más profundo de nosotros mismos.

Te pedimos que continúes saciando la sed de tu pueblo con el agua de la verdad y de la vida, que sigas dándonos el alimento que necesitamos para nuestro viaje,

el pan que es Jesucristo mismo, hasta que alcancemos tu hogar eterno.

Te lo pedimos por el mismo Jesucristo nuestro Señor. 

TODOS: AMÉN.

4. LITURGIA DE LA PALABRA.

Se ofrece un resumen de las lecturas para ayudar a quien guía y a quienes leerán a subrayar la parte primordial que ayude a descubrir su mensaje unitario. Pero, las lecturas han de leerse íntegramente durante la celebración.

Nota litúrgica: Se les pedirá a los lectores anunciar únicamente el libro de donde se toma la lectura. Ejemplo: Lectura del libro de los hechos de los apóstoles. Al finalizar cada lectura no se olvide decir: PALABRA DE DIOS. Y se responde: TE ALABAMOS SEÑOR. Y en el Evangelio, anunciar: Del Evangelio de según San Juan. Al finalizar decir: PALABRA DEL SEÑOR. Se contesta: GLORIA A TI SEÑOR JESÚS.

Hechos 6, 1-7: La Iglesia primitiva estaba creciendo y los apóstoles se dan cuenta que deben delegar algunos servicios para poder seguir dedicándose a la oración y la predicación de la Palabra… Piden a la comunidad que les presenten candidatos idóneos a los que imponen las manos… Así la comunidad crece con muchas conversiones…

Salmo 32: Alabemos al Señor por su Palabra sincera, sus acciones leales, porque ama la justicia y el derecho, tiene misericordia, nos libra de la muerte y nos reanima en tiempos de hambre…

1 Pedro 2, 4-9: Todos nosotros somos responsables de la construcción del templo espiritual de DiosSomos elegidos, sacerdotes y ministros enviados a anunciar que Jesús nos salvó y nos hizo pasar de las tinieblas a la luz…

Juan 14, 1-12: (Durante la última cena, después del lavatorio de los pies, de que Judas sale para entregarlo, de anunciarles que le queda poco tiempo con ellos y darles el mandamiento del amor, del anuncio de la negación de Pedro…) Jesús pretende alentar a sus apóstoles, animar su esperanza, fortalecerlos en la angustia y hacerlos divisar un horizonte más lejano: El Padre… Por eso les pide reavivar su fe en el Padre y en Él mismo y se les presenta como Camino, Verdad y Vida… Si creemos esto, podremos hacer las obras que Él hace y aún mayores…

5. REFLEXIÓN.

Nota litúrgica: Se puede ir leyendo esta reflexión y DETENERSE cuando aparezca una PREGUNTA o cuando se crea conveniente dialogar alguna IDEA.

(Notas preliminares:

•        En la primera y la segunda lectura se nos describe el “estado anímico” de los cristianos de las primeras comunidades… Es en ese ambiente y para estos cristianos que se predica inicialmente el Evangelio

•        Para profundizar más el Evangelio de hoy, convendría leer minuciosamente los textos precedentes, mínimo el capítulo 13 que nos cuenta – entre líneas – cómo en la última cena, mientras Jesús va realizando algunos signos y pronunciando palabras de despedida, encargos y anuncios tristes, sus apóstoles se encontraban en un “estado anímico” muy peculiar: asustados, desconfiados, incrédulos, abrumados… Por eso Jesús comienza diciéndoles en el Evangelio de hoy: “No se turbe su corazón…”

•        Todo el Evangelio de hoy coloca al centro de la escena al Padre y la relación de Jesús – y la nuestra – con Él: “Crean en mi Padre… En la casa de mi Padre hay muchas moradas… Nadie va al Padre sin o es por mí… Si me conocieran, conocerían a mí Padre… Ya lo conocen y lo han visto… Quien me ha visto a mí, ha visto al Padre… Yo estoy en el Padre y el Padre está en mí… El Padre, que permanece en mí hace las obras… Yo me voy al Padre…”

•        Hasta donde yo sé, ¿Cuál es el ambiente de nuestra Iglesia – Universal, diocesana, parroquial – actualmente y de qué manera me desafía? ¿Cómo me siento ante los desafíos que se me presentan? ¿Mi relación con Jesús y con su Padre me dan la seguridad para trabajar con confianza en la (re)construcción de una Iglesia Viva?)

Sólo Entenderemos y viviremos la fe cristiana si aceptamos que Jesús es, como Él nos lo dice hoy, camino, verdad y vida para que juntos – como Iglesia hecha de piedras Vivas – lleguemos al Padre:

1. “Yo soy camino”: A las personas religiosas les encanta hablar de los que andan por malos caminos o extraviados… Pero, el verdadero problema somos los que vivimos sin un camino definido, saltando entre las múltiples vías que el mundo nos ofrece…

Jesús nos salva porque su camino sí tiene una dirección final: el Padre…

Si digo creer que Jesús es mi camino, entonces debo desarrollar y cuidar un proyecto que encause todas mis energías y momentos de nuestra vida¿Todo parte de Jesús-Dios para ir hacia el Padre-Dios?

2. “Yo soy verdad”: Esta afirmación puede chocar a nuestros oídos modernos, pues hoy tendemos a pensar que sólo es verdad lo que es verificable a través de las ciencias positivas… Pero, no todas las realidades del ser humano se pueden reducir al razonamiento lógico; existen aspectos que pertenecen al Misterio: El amor, la bondad, el arte, la benevolencia… La espiritualidad no se nos impone por evidencias irrefutables, Jesús nos invita y nos atrae respetuosamente…

Si creemos que Jesús es la verdad, descubriremos que su Palabra, que es del Padre, es el criterio para medir la veracidad frente a las mentiras, los engaños, la corrupción, la exclusión y la maldad que nos presenta el mundo…

Además, cuando Jesús dice que es verdad, no parece referirse a enunciados o formulaciones lógicas, sino a una forma de “ser” auténtica… No estoy en la verdad por “saber” sino por “ser”…

¿En qué concretamente se nota que creo que Jesús no sólo “dice” verdades, sino que “es” la verdad en la que confío?

3. “Yo soy vida”: El sigue vivo en y entre nosotros y nos infunde la Vida Plena y con sentido… Y, la presencia y la acción de Jesús en nuestra vida pasa casi siempre desapercibida, es callada…

Si creemos que Jesús es vida, entonces encontraremos sentido a la entrega, al servicio y a la construcción de una nueva y mejor humanidad, porque no temeremos al desgaste ni a la muerte física…

¿Cómo y en qué me compromete el saber que Jesús posee la vida de Dios Padre y que la comparte conmigo?

La propuesta que Jesús nos lanza no es para asumirla de forma individualista, intimista o espiritualista; tampoco es para que nos aislemos de los “pecadores”, sino para que nos transformemos también nosotros en camino, verdad y vida para otros hermanos en la Iglesia y fuera de ella a quienes debemos servir y con quienes debemos trabajar…

Hoy, muchos justificamos nuestra indiferencia y/o falta de compromiso argumentando el “respeto a las libertades individuales” y así dejamos que nuestros hermanos sean controlados y explotados por otros caminos, otras “verdades” y otros estilos de vida… Nuestra misión, es decir, nuestro camino siguiendo al camino de Jesús, como en los tiempos de la iglesia primitiva, debería ser unirnos a otros corresponsablemente para promover la Vida plena de todos…

En medio de las situaciones concretas de mi familia y de mi iglesia… ¿Estoy dispuesto a hacer camino con otros? ¿Quiero dar testimonio de la verdad de mi amigo Jesús? ¿A quiénes y cómo puedo darles Vida?

TE PROPONEMOS QUE TODOS LOS DÍAS DE ESTA SEMANA LE PIDAS A DIOS PADRE QUE:

•        Puedas “caminar” siempre hacia Él descubriéndolo en ti y en cada prójimo que se te acerca…

•        Que Él sea la meta final de todas las acciones de tu vida…

•        Que comprendas que en su corazón cabemos todos los seres humanos y, por lo tanto, que quepan también en el tuyo…

•        Que tu relación de amor con Él se profundice cada día más, para que con confianza puedas poner tus dones y carismas al servicio de la comunidad de creyentes y edifiques la iglesia viva…

6. ORACIÓN DE LOS FIELES.

Nota litúrgica: El guía hace la oración inicial y final y las peticiones las van presentando los participantes.

GUIA: Dirijámonos con confianza a Jesús, nuestro Camino hacia el Padre, y presentémosle las necesidades de la Iglesia y del mundo, y digámosle: 

TODOS: Señor, muéstranos el camino.

•        Señor Jesús, enséñanos a transitar por tu camino, para que estemos seguros de a dónde nos dirigimos, y para que vivamos tu camino, haciendo siempre lo recto y lo bueno.

TODOS: Señor, muéstranos el camino.

•        Señor Jesús, haz suave nuestro camino hacia la vida, llénanos de justicia, compasión y bondad, para que construyamos un camino de paz y armonía para todos.

TODOS: Señor, muéstranos el camino.

•        Señor Jesús, haz que todos encuentren el camino hacia la vida y al corazón de los otros, para que no permanezcamos por más tiempo extraños los unos de los otros. 

TODOS: Señor, muéstranos el camino.

•        Señor Jesús, haz que descubramos también el camino hacia nosotros mismos, para que conozcamos realmente quiénes somos y lo que nos conviene elegir en la vida; que lo que nosotros queramos sea exactamente lo que tú, Padre, quieres para nosotros.

TODOS: Señor, muéstranos el camino.

•        Señor Jesús, haz que sepamos construir caminos seguros que nos acerquen unos a otros como hermanos, en vez de dividirnos o alejarnos.

TODOS: Señor, muéstranos el camino.

•        Señor Jesús, inspíranos a cada uno de nosotros y a nuestras comunidades para llegar a ser contigo camino de luz y de amor, que conduzca a los hermanos a Dios.

TODOS: Señor, muéstranos el camino.

GUIA: Señor Jesús, nos confiamos totalmente a ti, porque estamos seguros de que tú nos llevarás de forma segura a la casa del Padre, porque Tú eres nuestro hermano y amigo, ahora y por los siglos de los siglos. 

TODOS: Amén.

7. PADRE NUESTRO.

GUIA: “Nadie puede ir al Padre si no es por medio de mí”, dijo Jesús.

Acerquémonos, pues, al Padre en oración

retomando los sentimientos y las palabras del mismo Jesús.

TODOS: Padre nuestro…

8. COMUNIÓN ESPIRITUAL.

GUIA: Decimos juntos:

“A tus pies me postro, ¡oh Jesús mío!, y te ofrezco el arrepentimiento de mi corazón contrito, que se hunde en la nada, ante tu santa Presencia. Te adoro en el Sacramento de tu amor, la inefable Eucaristía, y deseo recibirte en la pobre morada que te ofrece mi alma. Esperando la dicha de la comunión sacramental, quiero poseerte en espíritu. Ven a mí, puesto que yo vengo a ti, ¡oh mi Jesús!, y que tu amor inflame todo mi ser en la vida y en la muerte. Creo en ti, espero en ti, te amo”.

9. ORACIÓN FINAL

GUIA: Oh Dios y Padre bueno,

tu Hijo Jesucristo ha dicho hoy: “Quien me ve a mí, ve a mi Padre”.

Ayúdanos a que los hermanos que conviven con nosotros

vean a tu Hijo y te vean a ti en nosotros,

que seamos los unos para otros

camino a la esperanza, a la justicia y al amor,

verdad que nos anima y da seguridad,

vida entregada gratuitamente, aunque nos cueste.

Aumente nuestra fe para que vivamos sin inquietarnos en nuestra entrega cotidiana, caminando hacia ti que vives y reinas por los siglos de los siglos.

TODOS: AMÉN.

10. CONCLUSIÓN.

GUIA: En esta celebración hemos experimentado que somos el pueblo santo, el pueblo sacerdotal de Dios al servicio de la comunidad humana…

En unión con la Iglesia universal y en nombre de todos los hombres, hemos orado a nuestro Padre del cielo…

Sabemos que tenemos que seguir buscando a Cristo en la vida de cada día, ya que es allí donde está el camino hacia el Padre y a los hermanos, la verdad creíble y fiable, y la plenitud de la vida para todos…

Nota litúrgica: En la petición de BENDICIÓN, el guía solo se santigua, NO DA LA BENDICIÓN como sacerdote.

Para poder realizar esta tarea libre de inquietudes, que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre nosotros y no acompañe siempre.

TODOS: Amén.

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