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IV DOMINGO DE PASCUA

¿Soy una buena oveja y aprendiz de Buen Pastor?

Nota litúrgica: Estas líneas podrían ser meditadas con antelación por quien guiará la celebración y pueden inspirar sus comentarios e intervenciones durante la misma.

IDEAS PARA EL CELEBRANTE/GUÍA:

Es muy tranquilizador saber que el líder de nuestra comunidad nos conoce personalmente y nos llama por nuestro nombre.  Jesús nos conoce y por eso exclamamos: Él me conoce y yo le conozco a él.  Y esto exige una confianza, lealtad y amor más profundos.  En el Domingo del Buen Pastor Jesús mismo nos recuerda cómo nos conoce personalmente.  Al mismo tiempo, el hecho de que también nosotros lo conozcamos a él, al menos un poco, cambia nuestra vida entera; porque conociéndolo a él, conocemos a su Padre Dios.

Hoy es un día para reflexionar también en cómo el pueblo confía y escucha, casi por instinto, a sacerdotes que no se predican a sí mismos, sino al Señor Jesús y a su Buena Noticia.  Los fieles escuchan y confían en pastores que los conocen y dedican tiempo para escucharles, para asomarse a sus problemas y esperanzas.  En ellos reconocen algo de Jesús, el Buen Pastor y modelo de todos los pastores.

Unámonos a Jesús, nuestro Buen Pastor, y experimentamos en él la bondad, el cuidado y la presencia íntima de Dios en la vida de cada día.  Ojalá que fomentemos también el conocimiento personal y mutuo para crecer en cercanía tanto entre los fieles como entre los pastores y el pueblo de Dios.

SACERDOTE: El Cordero en el trono será nuestro pastor y nos conducirá a manantiales de agua viva.  Dios enjugará todas las lágrimas de nuestros ojos.

Este Cordero de Dios, Jesús nuestro Señor, esté siempre con ustedes. 

TODOS: Y con tu espíritu.

GUIA: En silencio, recordando que Jesús, Buen Pastor, nos dijo: “las ovejas que me pertenecen escuchan mi voz”, pensemos… ¿lo hemos escuchado y seguido?  Examinémonos ante él. (Pausa)

•        Señor Jesús, tú nos conoces y nos llamas a cada uno por nuestro nombre: Señor, ten piedad.

•        Cristo Jesús, tú nos aseguras que no permitirás que nos perdamos y que nunca nos abandonarás: Cristo, ten piedad.

•        Señor Jesús, el Padre nos confió a ti y tú nos das vida que durará para siempre: Señor, ten piedad.

GUIA: Ten misericordia de nosotros, Señor, y nunca permitas que el pecado nos separe de ti.  Perdónanos, haz que te sigamos hasta el final y llévanos a la vida eterna. 

GUIA: Padre amoroso, tú nos has permitido experimentar cuánto te preocupas por nosotros, dándonos a Jesús como nuestro Buen Pastor.  Él nos conoce bien y nos lleva en su corazón.

Haz que lo reconozcamos a él como Buen Pastor, escuchemos y meditemos su voz y lo sigamos sin reserva.

Ayúdanos también a que nuestra preocupación y cuidados se desborden en favor de los hermanos que tú has puesto en nuestro camino para que también escuchen su voz y se acerquen a él.

Te lo pedimos en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos. 

TODOS: AMÉN.

Nota litúrgica: Se les pedirá a los lectores anunciar únicamente el libro de donde se toma la lectura. Ejemplo: Lectura del libro de los hechos de los apóstoles. Al finalizar cada lectura no se olvide decir: PALABRA DE DIOS. Y se responde: TE ALABAMOS SEÑOR. Y en el Evangelio, anunciar: Del Evangelio de según San Juan. Al finalizar decir: PALABRA DEL SEÑOR. Se contesta: GLORIA A TI SEÑOR JESÚS.

Hechos 13, 14. 43-52: La Buena Noticia de Jesús tenía que anunciarse primero a los judíos, pero no se podía restringir sólo a ellos sino que estaba destinada para todos… A raíz del conflicto de Pablo y Bernabé con los judíos se comienza a predicar el evangelio directamente a los paganos que se convirtieron en masa…

Salmo 99: Le pertenecemos a Dios, somos su pueblo y su rebaño, su bondad y su fidelidad son para siempre…

Apocalipsis 7, 9. 14b-17: Personas de todas las razas, pueblos, lenguas y naciones seguirán al Cordero como a su Pastor, quien los conducirá, a través de la gran tribulación, hasta la vida eterna donde ya no sentirán hambre ni sed ni el ardor agobiante del sol, sino que serán conducidos a las fuentes de agua viva y Dios mismo enjugará sus lágrimas…

Juan 10, 27-30: Jesús es nuestro Buen Pastor… Él nos conoce personalmente y nos conduce mediante su voz a la plenitud de la vida…

Audio: Pbro. J. Jesús Suárez Arellano

Nota litúrgica: Se puede ir leyendo esta reflexión y DETENERSE cuando aparezca una PREGUNTA o cuando se crea conveniente dialogar alguna IDEA.

Nuestro Buen Pastor nos dice hoy en el evangelio: “mis ovejas escuchan mi voz”… Esa voz nos transmite verdad y amor; nos invita a transitar comprometidamente por caminos que, aunque difíciles, nos llevan a la vida plena y eterna… ¿Reconozco su voz?  ¿La sigo?  ¿La transmito a mis hermanos?

La voz de Jesús debe ser escuchada hoy también… Jesús predicaba… Pablo y Bernabé seguían anunciando la voz de Jesús en nuevos lugares… Nosotros también debemos actualizar este mensaje para responder a las nuevas realidades que se nos presentan… A nosotros nos toca comprender nuestra realidad actual, tanto a nivel personal como social, para poder transformarla de acuerdo a la voz de nuestro Buen Pastor…

El mensaje que nos da la Palabra hoy es urgente, pues parece que en nuestra sociedad…

•        se ha perdido el sentido de pertenencia al pueblo-rebaño de Dios… Nos aislamos y la soledad y el desinterés por el prójimo nos asfixian… Jesús y sus apóstoles nos invitan a ser creativos y a hacer que siga creciendo el rebaño…

•        se ha desatado la violencia por ambiciones económicas… Esto destruye nuestra unión y nos gana el miedo… pero Jesús nos invita a apostar por la comunión y la fraternidad…

•        se ha hecho cotidiano el desechar todo aquello que no me es útil materialmente… Esto nos limita, no nos deja trascender, divide al rebaño… Jesús nos invita a amar y, por lo tanto, a valorar y respetar a las personas que han trabajado antes que nosotros y a proteger su creación… Recordemos que en un buen rebaño se protege a los más débiles…

El Buen Pastor congrega a todos sin importar su nación, raza, pueblo o lengua… Sería difícil entender la figura de un Buen Pastor que no es seguido y acompañado por una Buena Comunidad… Y, para hacer comunidad, hemos de aprender a ser amorosos, tolerantes, flexibles, dispuestos y atentos para apoyar a los hermanos y sentirlos parte nuestra… ¿Qué tan incluyente soy?  ¿Cuáles de las habilidades anteriores ya he desarrollado y cuáles me faltan?

El Buen Pastor nos cuida y no permite que le seamos arrebatados de sus manos… Nos defiende y nos purifica aún en épocas de turbulencia y tribulación… él es valiente para protegernos… Cuando, ante situaciones adversas, caemos en el miedo dejamos de ser creativos y el rebaño pierde fuerza… ¿Cuido y defiendo siempre a las otras ovejas?

Este Domingo del Buen Pastor nos llama a que asumamos los rasgos de nuestro maestro y así podamos trabajar por la comunión y el crecimiento de su rebaño… ¿Qué actitudes pastorales concretas me siento llamado a desarrollar?  ¿Sólo me indigno ante las situaciones negativas pero me mantengo inactivo?  ¿Me comprometo hoy a ser aprendiz de Buen Pastor?

Nosotros, como pastores (en casa, en la escuela, en el trabajo, en el templo, en el mercado, en el gimnasio, en las canchas, en la calle…), y con la ayuda de Dios, desde nuestra situación y con nuestros recursos, estamos llamados a seguir construyendo, defendiendo y fortaleciendo al rebaño de Jesús…

TE PROPONEMOS LOS SIGUIENTES EJERCICIOS PARA QUE TE ENCUENTRES CON DIOS DURANTE LA SEMANA:

1.      A lo largo de nuestra vida, en nuestra tarea de pastores (como Pablo y Bernabé), experimentamos momentos de dificultad y/o fracaso…

¿Me consuela la comunión con Jesús y con el resto de su rebaño?

¿Soy creativo para buscar nuevos espacios de acción o modalidades diferentes para seguir predicando y construyendo la iglesia?

2.      Te invitamos a hacer un análisis de las situaciones sociales adversas para construir el rebaño- comunidad de Jesús… Desde la mirada del Buen Pastor, ¿qué sugiero para mantener unido su rebaño?  Puedes responder en tu cuaderno y compartir por tus redes sociales…

3.      En tu oración de esta semana, dile repetidamente a Jesús Buen Pastor: “Quiero escuchar y seguir siempre tu voz, Señor, no me dejaré vencer por el desánimo, no me desviaré del camino que tú me marcas ni retrocederé… No quiero que me venza el miedo, sino que encuentre en tu ejemplo la fuerza para siempre luchar por tu rebaño y acompañarlo en su camino hacia ti y tu reino…”

GUIA: Expresamos nuestra fe en el Dios vivo RESUCITADO, Jesucristo la Vida y el Amor puro…

TODOS: Creo en un solo Dios…

GUIA: Roguemos a Jesús, Cordero de Dios y Pastor nuestro, que conduzca a todas las personas a los manantiales de la vida. Y digámosle:

“Cordero y Pastor nuestro, únenos en un solo rebaño”.

1.      Señor, tú llamas a una muchedumbre inmensa de todas las razas, lenguas y naciones para que aprendan oír tu voz, aceptarte desde la fe y seguirte fielmente.  Por todos ellos te pedimos: “Cordero y Pastor nuestro, únenos en un solo rebaño”.

2.      Señor, son pocos los que te reconocen y te siguen de verdad.  Que ninguno de ellos se pierda sino que los guardes siempre fieles a ti.  Por ellos te pedimos: “Cordero y Pastor nuestro, únenos en un solo rebaño”.

3.      Señor, muchos de tus seguidores están todavía sufriendo persecuciones.  Que, a pesar de ello, continúen sirviéndote y se sientan unidos a ti en sus pruebas y dificultades.  Por ellos te pedimos: “Cordero y Pastor nuestro, únenos en un solo rebaño”.

4.      Señor, demasiada gente padece hambre de comida, y muchos, además, tienen sed de justicia y verdad.  Que la tierra produzca su fruto y tu pueblo trabaje por la justicia, la verdad y la paz.  Por eso te pedimos: “Cordero y Pastor nuestro, únenos en un solo rebaño”.

5.      Señor, mira la miseria de los que sufren.  Enjuga todas las lágrimas de sus ojos, y llévales la alegría de tu amor y también la de nuestro amor.  Por eso te pedimos: “Cordero y Pastor nuestro, únenos en un solo rebaño”.

6.      Señor, mira la riqueza de corazón de muchos que están deseosos de servirte a ti y a tu pueblo en ministerios de amor y de servicio.  Llámalos al sacerdocio, a la vida religiosa y misionera, a los ministerios laicales para que conduzcan a tu pueblo como Buenos Pastores.  Por eso te pedimos: “Cordero y Pastor nuestro, únenos en un solo rebaño”.

GUIA: Señor Jesús, llámanos por nuestro nombre y unifícanos como tu único pueblo, pues tú eres nuestro Pastor y Señor por los siglos de los siglos.

TODOS: Amén.

GUIA: El Padre ha puesto a Jesús como Buen Pastor para nuestro cuidado.  Con él recitamos nuestra oración de confianza filial. 

TODOS: Padre nuestro…

“Creo, Jesús mío,
que estás real y verdaderamente en el Cielo
y en el Santísimo Sacramento del altar.
Te amo sobre todas las cosas
y deseo vivamente recibirte dentro de mi alma,
pero no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente,
ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si ya te hubiese recibido,
Te abrazo y me uno del todo a Ti.
Señor, no permitas que jamás me aparte de Ti.” Amén.

GUIA: En esta celebración Cristo ha estado con nosotros como nuestro Buen Pastor.  Él quiere estar también con nosotros en nuestra vida cotidiana y guiarnos por medio de su Santo Espíritu.

Ahora nos envía para ser sus pastores.  Que, como hermanos, nos preocupemos las unos de los otros, nos animemos y apoyemos mutuamente para llegar a ser para el mundo un signo del amor fiel y bondadoso de Dios.

Para cumplir este encargo, pedimos la bendición de Dios todopoderoso, Padre, hijo y Espíritu Santo descienda sobre nosotros y nos acompañe siempre. 

TODOS: Demos gracias a Dios.

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