Querida Lupita:
Mi esposo es explosivo. Tengo 12 años de casada y por mis hijos me he quedado aquí. Pero los niños están sufriendo los malos modos de su padre y han aprendido a ser groseros con los demás en general. Yo ya me volví respondona también. He considerado la separación pero mi esposo dice que va a cambiar, ¿Cómo creerle y ayudarle?
Graciela, R.
Hermana mía Graciela:
No es nada fácil convivir con una persona tóxica, aquella que te ridiculiza constantemente y te hace sentir inferior. Sin embargo, si sabemos tratar a estas personas, lograremos mejorar la relación e influir para que su conducta sea menos irritante.
Hay estudios que concluyen que atrás de un carácter controlador y explosivo, hay un ser humano protegiéndose de un posible peligro. La persona ha sufrido algún abandono, abuso o burla que le mantiene alerta “defendiéndose de un nuevo ataque”. Para ayudarle a disminuir su temor o ansiedad, conviene actuar en tres direcciones:
1.-No trates de cambiarlo. Acéptalo tal como es y valida sus preocupaciones.
2.-Intenta comprenderlo. Busca en su pasado las posibles causas de su mal carácter. Trata de conocer sus motivaciones y dales importancia.
3.-No permitas que te intoxique con su conducta. No dependas de su opinión sobre ti, considera más bien tu propia opinión sobre él; se trata de una persona que no gestiona sabiamente sus emociones y que recurre al enojo como válvula de escape cuando siente miedo o tristeza. Puedes decirle que no permitirás que te trate con desprecio porque no es sana ninguna relación así. Sé firme en el límite que estás estableciendo y hazle saber a la vez, que le amas sinceramente a él, pero desapruebas su conducta.
En el punto 118 de la exhortación apostólica Amoris Laetitia, el Papa Francisco nos recuerda que: “odio por odio solo intensifica la existencia del odio y del mal en el universo”.
Si yo te golpeo y tú me golpeas, y te devuelvo el golpe y tú me lo devuelves, es evidente que se llega hasta el infinito. Simplemente nunca termina”.
“En algún lugar, alguien debe tener un poco de sentido, y esa es la persona fuerte que puede romper la cadena del odio, la cadena del mal. Alguien debe tener suficiente religión y moral para cortarla e inyectar dentro de la propia estructura del universo ese elemento fuerte y poderoso del amor”.
Lupita Venegas/psicóloga
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