Pbro. Tomás de Híjar Ornelas
En el marco del diálogo propiciado por el editor Hermenegildo Holguín Reza, director del Taller editorial La Casa del Mago, en el Museo de la Ciudad de Guadalajara, el pasado 25 de julio de 2019, uno de los participantes, Álvaro López Tostado, director general de Mundos Digitales ICONO, presentó a la audiencia congregada en ese recinto el caso excepcional del recién fallecido escritor Luis Sandoval Godoy, colaborador asiduo que fue de este Semanario, en lo que respecta a su producción escriturística.
Según su dicho, Sandoval Godoy tuvo el cuidado, en los últimos diez años de su vida, de respaldar toda su obra y la que en esa década siguió dando a la luz pública gracias a lo que sólo el tiempo que nos ha tocado vivir lo permite: digitalizando en archivos electrónicos todo lo que le interesaba preservar de una producción que comenzó en 1954 con el título Flor de santidad y que ya no cesó hasta muy pocas semanas antes de su deceso, cuando había ya alcanzado la edad de 92 años, al grado de dejar en prensa su último libro.
De todo ello da cuenta la cátedra “El mundo Literario de Luis Sandoval Godoy”, disponible en la red en el sitio https://luissandovalgodoy.wordpress.com/, que hicieron posible el propio López Tostado, don Luis y su asistente José Sánchez, quien bajo la conducción del escritor tuvo la fatigosa encomienda de capturar durante muchos años, textos manuscritos, mecanoescritos e impresos al grado que ahora todo ello se puede consultar y leer con sólo desearlo.
Empero, la velada también abrió la oportunidad para que se suscitara, como se ofreció, un diálogo entre los asistentes y, no obstante la hora, se prolongara en una suerte de debate que se condensó en los siguientes puntos:
- Luis Sandoval Godoy fue un escritor atípico, que se mantuvo congruente a su formación y convicciones católicas en una época en la que serlo implicaba exclusión de los ámbitos literarios avalados por el gobierno y las universidades públicas.
- Que su obra, por ello, no se conoce lo suficiente y sus aportaciones propias a la literatura mexicana siguen esperando el lugar y el respeto que se merecen.
- Que como todo escritor prolífico, su abundante legado exige una valoración integral en ediciones críticas y cernidas.
- Que el mejor homenaje, ahora que ya no está, es conocer su trabajo, disponible a todo el que quiera hacer suyo ese ámbito de microcosmos, matria, provincia y raigambre profunda que viene a ser el mundo literario de Luis Sandoval Godoy.
