
Michelle Fletes
En la colonia Insurgentes, al oriente de Guadalajara, encontramos el templo parroquial de San Miguel Febres Cordero, erigida por el Cardenal Juan Sandoval Íñiguez, en el año 2002. Con una Hora Santa y varias celebraciones Eucarísticas, la última el día 21 de septiembre, presidida por el Pbro. José Ocegueda Méndez, jubilado de la Diócesis de Ciudad Guzmán y con la presencia de varios Sacerdotes que prestaron sus servicios en esa comunidad.
El señor Cura Blas Ballesteros Flores lleva 14 años al frente de la Parroquia. Explicó que el espacio que ahora ocupa el templo era una maderería. Fue un acierto del señor Cura Benjamín López quien, buscando, encontró. Primero lo habilitaron como un Centro de Catecismo, después de 7 años de trabajo se inauguró el templo, mismo que regenteó el Pbro. Valladolid antes de que fuera Parroquia.
Cabe destacar que la Parroquia se ha convertido en una parte importante del crecimiento y formación de los fieles de la colonia, ya que desde su fundación ha sido un lugar de reunión para muchos de sus habitantes. Debido a la pandemia, los fieles dejaron de recurrir a la Parroquia, últimamente están regresando, actualmente participan aproximadamente 70 agentes de pastoral, quienes ofrecen valiosa ayuda para atender una población de 14 mil habitantes, de los cuales 4 mil quedan en manos y apoyo del Seminario Josefino de San José.
La Parroquia San Miguel Febres Cordero es lugar de reunión, de culto y formación, además de ser caritativa con los más necesitados.
El Sr. Cura Ballesteros exhorta a los habitantes de la colonia para que asistan a prepararse y reciban sus sacramentos, “aquí se les imparte catecismo, no sólo a los niños, sino que también hay grupos donde participan jóvenes de 18 años y hasta adultos de 40 años; y algo muy importante, tenemos la pastoral de sordos y los viernes a las 6 p.m. damos catecismo a ellos, quienes vienen de distintas partes de la ciudad, junto con los sordos también se les atiende a las familias; la Parroquia tiene casi 21 años dando esta atención especializada”.
“Llegan también personas con otras discapacidades y nos la ingeniamos, Dios nos ha dado la oportunidad de atender a los muchachos que vienen en esta situación para que sean evangelizados, y muchos de ellos han hecho sus sacramentos aquí; Primera Comunión o Confirmación, más de algunos se han casado también aquí”, comentó el Sr. Cura Blas Ballesteros.
