José de Jesús Parada Tovar
Definitivamente, en el contexto del rescate y del fomento del Humanismo en la Carrera hacia el Sacerdocio, reviste una gran importancia la enseñanza y la práctica, así como el gusto de las Bellas Artes, en especial el canto y la música. Así lo puntualizó el Pbro. Édgar Iván Preciado Mariscal, Catedrático de esas asignaturas, Director de la Schola Cantorum del Seminario Diocesano Menor de Guadalajara desde hace casi 13 años y Supervisor de la Schola del Seminario Mayor.
“A partir de que me incorporé como Formador en el Seminario Menor me interesé en trabajar porque la mayoría de los muchachos se involucrara en un aprendizaje básico de la música, de tal manera que gradualmente iba purificándose y ganando en calidad el Coro. Y, si al inicio de cada ciclo escolar se integraba a la Schola un promedio de ochenta a cien seminaristas, quiere decir que alrededor de mil doscientos alumnos han pasado por ese proceso a mi cargo, incluyendo, desde hace varios años, a todos los que conforman la Schola del Seminario Mayor, quienes ya estuvieron en la del Menor”, detalló el entrevistado.
Respecto a la principal exigencia para reclutar y seleccionar voces, subrayó: “Básicamente, la afinación. De hecho, la inmensa mayoría de los muchachos, cuando ingresa a la Preparatoria en el Seminario Menor, nunca ha tenido una partitura en sus manos. De ahí que lo mínimo que exijo es que sean afinados. Por otra parte, musicalmente hablando, y en cuanto al estudio, deben aprender el Solfeo de los Solfeos; tienen que saber leer nota y dominar su tesitura de voz, dependiendo de si son tenores primeros o segundos, barítonos o bajos. Obviamente, también se requiere mucha disciplina y sacrificio, máxime que hay ensayos de varias horas, dos o tres veces por semana”.
En cuanto al repertorio, ¿qué se privilegia en el Seminario?: “Toda vez que la Schola Cantorum es un grupo coral concreta y totalmente dirigido a la Liturgia, sobre todo en lo que atañe a las Misas y, en general, todo lo que pueda apoyar en beneficio del Culto. En segundo término, en otras varias ocasiones hemos cantado algunas obras profanas que, finalmente, enriquecen y embellecen nuestro repertorio”.
Hoy en día, componen este conjunto coral 77 muchachos, si bien en septiembre de 2019, al principio del ciclo escolar, fueron 123 quienes iniciaron el curso musical. Es natural que muchos van desertando, tanto por su deficiente capacidad como por otras encomiendas que les son asignadas. Se incluyen alumnos de los diferentes Grados de Primero, Segundo y Tercero de Preparatoria, así como del Curso de Nivelación (jóvenes que ya habían concluido el Bachillerato o algunos semestres de Carrera Profesional antes de ser admitidos en el Seminario).
Anticipó el Padre Preciado Mariscal que, “en relación con las tesituras, debe entenderse que son adolescentes -en el caso de los preparatorianos- que pasan por etapas de cambio de voz. Por tanto, aun cuando procuramos que la técnica vocal sea la óptima, no siempre logramos lo mejor. De todos modos, y pese a las limitantes, lo más que hemos hecho es interpretar obras a cuatro o cinco voces. Hemos podido hacer modestas grabaciones en vivo. Y, aunque los muchachos le ponen gran entusiasmo, no ha habido oportunidad ni tampoco están en el nivel como para hacer grabaciones profesionales”.
Finalmente, relató que hace unos ocho años se dio comienzo, en el nivel de 3º de Prepa, al TAE, Taller de Aprendizaje Especializante, “que ha querido ser una oportunidad nueva y diferente que también incluye instrumentos musicales modernos, sobre todo electrónicos, y ésa ha sido la más grande dificultad, ya que los muchachos, de alguna u otra manera, aprenden a utilizar tales instrumentos por gusto y a través de las clases que se les imparten; pero el trato y todo lo que tenga qué ver con la técnica electrónica, ha sido un enorme reto, pues nadie lo había intentado.
“La mayoría de los instrumentos forma parte de lo que se conoce como ‘Banda Pop’: guitarras eléctricas, guitarras electroacústicas, trombones, trompetas, saxofones, flautas transversales, violines, batería, bajo eléctrico, teclados, percusiones mayores y menores… un universo interesante. Sin embargo, son participaciones de tipo personal; es decir, no como las Orquestas, que cuentan con varios violines, varios chelos, violas, violones, etcétera. Más bien, según las canciones o melodías que se interpreten son los instrumentos que se solicitan. Por supuesto, también es indispensable mucha afinación”.