En excelente edad y compromiso
La comunicación con los demás es una dimensión en la vida de todos, y particularmente una dimensión esencial en todo aquel que trabaja en la viña del Señor, laico, religiosa, religioso y sacerdote, que está al servicio de la Buena Nueva.
Porque traemos entre manos un tesoro -Jesucristo y su Evangelio- en vasijas de barro (nuestras manos, nuestra inteligencia, nuestra voluntad, nuestras emociones), hay que hacerlo siempre y de la mejor manera posible.
Dios crea amando y comunicando
Dios vive comunicando amor en su misterio trinitario (Padre, Hijo y Espíritu Santo), y por eso creó el mundo. Lo creó hablando, comunicando con la Palabra (cfr. Jn 1,1.3).
La comunicación está, pues, en la esencia de la creación del mundo, por lo que no se trata, estrictamente hablando, de una novedad que hablemos de una pastoral de la comunicación o de una comunicación pastoral.
El Documento de Puebla, conclusión de la 3ª. Conferencia del Episcopado Latinoamericano (1979) señaló –incluso- que “la evangelización es comunicación. Por tanto –indica y ordena-, la comunicación social debe ser tenida en cuenta en todos los aspectos de la transmisión de la Buena Nueva” (n. 1063). Es decir, la tarea de comunicar en la misión de la Iglesia no es algo opcional, superficial, transitorio, sino que pertenece a su quehacer cotidiano.
Sin embargo, muchas diócesis tardaron en darle su lugar a la pastoral de la comunicación como algo estructurado, necesario, imprescindible, para sus tareas en todos los ámbitos, no solo en el principal, que es la predicación por todos los medios a su alcance. Y, en este sentido, lo que hacían en este aspecto quedaba solo en el campo de los instrumentos de comunicación.
Génesis de una “nueva” pastoral
En la Arquidiócesis de Guadalajara, desde hace muchos, años había existido una oficina de prensa, para atender el aspecto de la comunicación institucional, que tuvo en el Padre Adalberto González González la persona que la afianzó, bajo el encargo, primero, del Cardenal José Salazar López, y que continuó con su sucesor como Arzobispo, el Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, el cual, además, ya había germinado la idea de crear un órgano informativo impreso para la diócesis, que llegó a concretizarse en algunas publicaciones iniciales. Con su asesinato, en mayo de 1993, el proyecto quedó inconcluso.
Nuestro agradecimiento a sacerdotes y laicos que lo pudieron llevar a cabo, porque la experiencia que dejaron ayudó para dar los siguientes pasos en la tarea de evangelizar comunicando en esta Arquidiócesis.
Nació, creció y está en desarrollo
En abril de 1994 llegó a Guadalajara el nuevo Arzobispo, que 7 meses después sería nombrado Cardenal, Don Juan Sandoval Íñiguez.
Apenas desempacado, decidió que comenzara un periódico diocesano. “Si en Ciudad Juárez –de donde llegaba- tenía su impreso, ¿por qué Guadalajara no?”, sentenció. Y comenzamos con el diseño de lo que sería el rotativo. En esto jugaron un papel determinante los Padres Adalberto González González y Pedro Rodríguez González, que en paz descansen.
Pudiéramos decir muchas cosas sobre los inicios de Semanario Arquidiocesano de Guadalajara. El año que iniciamos por este 25 aniversario nos dará la oportunidad.
Por lo pronto, señalamos que simultáneamente con la creación del periódico, también se fue fraguando lo que sería una comisión diocesana de pastoral de la comunicación.
Los sacerdotes, Juan Manuel Galaviz Herrera y José Refugio López López, de la Sociedad de San Pablo (Padres Paulinos) orientaron la idea. Aportaron su experiencia y conocimiento en el terreno de las comunicaciones sociales para que juntos con los Padres Adalberto (+) y Pedro (+) colocaron los primeros ladrillos de esta construcción.
Vaya hasta el Cielo nuestro agradecimiento al Padre Galaviz, que murió estando en misiones en Cuba, el 9 de enero de 2019; y al Padre ‘Cuco’ López, actualmente Consejero Provincial de su congregación.
El Arzobispo Juan Sandoval, luego de analizar la propuesta y cuál sería su estructura, decidió crear lo que ahora llamamos Dimensión Diocesana de Pastoral de la Comunicación, con un documento firmado el 14 de febrero de 1997.
De su evolución a la fecha, seguiremos comentándolo.
¿Por qué una Pastoral de la Comunicación?
“Porque difundir el Evangelio –la Buena y Nueva Noticia-, la relación con Dios y la relación con los demás es comunicación.
Estos tres principios elementales y fundamentales deben ser los más importantes para quien se dedique a este campo.
No se trata de ser solo profesionistas que trabajan en un campo particular, sino un creyente que labora en el corazón de la fe, de la vida y de la misión de la Iglesia”. (Padre Federico Lombardi, S.I.)