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XXIII DOMINGO

¿Qué tan dispuesto estoy a aprender todos los días de la sabiduría de Dios?

Pbro. J. Jesús Suárez Arellano

¿QUÉ NOS DICE DIOS EN ESTE DOMINGO?

Sabiduría 9, 13-18: Para alcanzar a comprender los designios de Dios, lo que le agrada y el camino de la salvación no bastan nuestras fuerzas humanas que son titubeantes e inseguras… Incluso el cuerpo nos estorba y es un lastre para nuestra alma… Sólo la sabiduría de Dios, su santo Espíritu, puede ayudarnos en esta tarea…

Salmo 89: Tú, Señor, cólmanos de amor, danos tu gracia y afianza nuestras obras… Sin ti la vida es frágil, breve, sin sensatez y sin sentido…

Filemón 9b-10. 12-17: En esta carta, breve pero llena de sensatez, Pablo, ya anciano, pide a su amigo Filemón que acoja de nuevo a su esclavo fugitivo como lo recibiría a él mismo… Pues, al convertirse en creyente de Cristo, Onésimo se ha vuelto un hermano querido…

Lucas 14, 25-33: Es necesario que nos preguntemos: ¿Estamos Decididos a Seguir a Cristo? Jesús nos pide que renunciemos a todo y que estemos dispuestos al sacrificio… Es necesario que reflexionemos muy bien antes de comprometernos con él y de elaborar estrategias para seguirlo…

REFLEXIONEMOS JUNTOS:

No siempre tenemos la capacidad para discernir. Lo corporal/emocional nos estorba a veces o nos lleva a tomar decisiones erróneas… Necesitamos darnos tiempo para reflexionar y confrontarnos con la sabiduría de Dios… Pongamos un ejemplo: una mamá va de compras al supermercado y mientras recorren los pasillos su hijo pequeño hace un escandaloso berrinche porque quiere que le compre un juguete y ella, después de intentar calmarlo superficialmente y sin éxito, termina comprándole al niño lo que quiere porque se siente muy abrumada ante las miradas y los cuchicheos de los otros clientes, la prisa que trae y otras tensiones que carga en su corazón. Será necesario que, al volver a casa, encuentre un momento para pensar las cosas con calma, para cuestionarse si está realizando bien su tarea educativa como madre y para buscar como enderezar su “camino” según Dios… ¿Estoy de acuerdo en que sin tiempos de reflexión no se puede madurar ni llegar a ser un buen seguidor de Jesús?

Vemos hoy en la segunda lectura a un Pablo anciano, es decir, sabio/sensato… él ha descubierto, por su experiencia de vida y por su reflexión constante de la sabiduría de Dios, que los seres humanos somos todos hermanos… él ha superado ya la división entre esclavos y libres y es lo que le enseña a Filemón (y a nosotros)…

Jesús, en el evangelio, también nos invita a reflexionar sobre si estamos dispuestos y preparados para seguirlo toda la vida… Caminaba con Jesús una gran muchedumbre, pero no todos estaban comprometidos, por eso él aclara que hay unas condiciones muy concretas para convertirnos en sus verdaderos discípulos: preferirlo a él por encima de los criterios y exigencias de otros, incluso de los familiares, y estar dispuestos para sufrir con gusto por seguir sus ideas y su estilo de vida… ¿Estoy consciente de lo que implica ser amigo de Jesús?

El seguimiento de Jesús tiene grados… No todos nos comprometemos al mismo nivel… él siempre nos invita a más compromiso… No porque quiera que suframos inútilmente, sino porque él así vivía: el cargó una “cruz” toda la vida; mientras predicaba de sol a sol, cuando ayudaba a los demás por encima de sus propias necesidades, cuando instruía a sus discípulos que parecían no comprender, etc.… Por eso nos dice que, si queremos dejar de ser sus “seguidores” y convertirnos en sus “discípulos” hemos de comprometernos en esta empresa de construir un mundo mejor para todos, aunque nos cueste, aunque tengamos que dejar todo, aunque tengamos que cargar también nosotros con una “cruz” semejante a la de él… ¿Entiendo que la “cruz” que me pide cargar Jesús es “entrega” y “misión”?

Jesús aparece muy exigente en el evangelio de hoy, y es que, como ya aclaramos arriba, no está hablando para todos… Sino sólo para los que quieren ser de sus allegados… Esto quiere decir que mientras más nos acercamos a Jesús más aumentará el nivel de su exigencia… En un momento dado nos pide “renunciar a todos nuestros bienes”…

Por eso, él nos invita a analizar si tenemos una estrategia para “construirnos” y para “ganar” una guerra… Somos un proyecto de Dios, por eso hemos de ser muy cuidadosos al hacer los cálculos: Hoy debemos pensar en nuestras vidas como un proyecto (una torre terminada o una guerra ganada)… ¿Cómo sería yo una torre no terminada?  ¿Cómo sería mi vida si fuera una guerra perdida?  ¿Estaría realizado?  ¿Me sentiría satisfecho?  ¿Quiero comprometerme a “terminar con éxito” los proyectos que Dios me ha iluminado?  ¿Qué proyectos buenos tengo inconclusos y puedo retomar?  ¿En qué proyectos necesito la sabiduría que viene de Dios?  ¿Cómo cultivo la sabiduría de Dios en mí para ganar las batallas que me impiden ser lo que Dios espera de mí y el mundo necesita?

Para ganar en esta guerra santa contra los obstáculos externos e internos hemos de saber manejar estrategias muy concretas para cambiar nuestra situación… ¿Cómo puedo luchar contra lo que me impide ser un discípulo cercano y comprometido con Jesús?

TE PROPONEMOS LOS SIGUIENTES EJERCICIOS PARA QUE TE ENCUENTRES CON DIOS DURANTE LA SEMANA:

  1. Escoge algún “situación” de tu vida donde necesites sacar una enseñanza y actuar diferente la próxima vez:

¿Qué sucedió?

¿Qué es lo que no te gustó?

¿Qué te dice la Palabra sobre este asunto?

Si la situación se presentara nuevamente, ¿qué harás diferente?

¿Qué descubres de ti mismo?

¿Qué harás al respecto?

  • Pablo, guiado por la sabiduría, transformó el concepto de “esclavo” en “hermano”…

¿Cómo yo puedo transformar otros conceptos con la sabiduría de Dios? ¿Cuáles? Por ejemplo:

¿Puedo “sacar” de la violencia, en cualquier nivel, una oportunidad para construir algo nuevo?

En los temas ecológicos, ¿puedo generar nuevas propuestas para cuidar y salvar la creación de Dios?

En mí familia, ¿qué cambios de comprensión puedo generar?

Durante esta semana, en tu oración, toma una de las siguientes frases y repítela al compás de tu respiración: “Danos Señor la sabiduría que procede de ti” o “enséñanos a ver la vida y seremos sensatos, Señor” o “dame la sabiduría de preferirte a Ti por encima de todo, Señor, aunque me cueste”.

@arquimedios_gdl

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Comunicadores Parroquiales

Los cuales promueven la Pastoral de la Comunicación en sus Parroquias

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"En la Iglesia tenemos urgente necesidad de una comunicación que inflame los corazones, sea bálsamo en las heridas e ilumine el camino de nuestros hermanos y hermanas"

Papa Francisco

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