Por Javier de Silvia
Ante la ola de violencia que afecta al país “los cristianos no podemos permanecer indiferentes” señalaron los obispos de México mediante un comunicado en el que recalcaron que “el grito de dolor de las víctimas de las violencias, clama al cielo por justicia” y subrayaron que las protestas públicas contra la impunidad de crímenes no deben ser motivo de extrañamiento.
“El brutal asesinato de la joven Ingrid y de la pequeña Fátima, así como las muertes de una bebé llamada Karol y de Mayte Viridiana Aguilar, son crímenes que por su brutalidad nos han dejado perplejos y nos han llenado de dolor y tristeza. A sus papás, familiares, maestros y compañeros, nuestro consuelo y fortaleza, nuestra cercanía y aliento”, indica el documento.
Al recordar que, según cifras oficiales, 2019 cerró con 1006 víctimas de feminicidio, los obispos mexicanos es comprensible lo que en estos momentos se observa en el país.
“Nos duele profundamente la violencia contra la mujer, que se ha expresado en un nuevo y agresivo rostro visible ante nuestros ojos, en una forma tan cruel que genera desconcierto, dolor, amargura, tristeza, llanto, indignación, impotencia y muchos deseos de venganza.
“Ante esta realidad, los Obispos de México levantamos la voz, para dar palabra al dolor y a todos los afectados por él, pues el dolor que no habla, gime en el corazón hasta que lo rompe, y deseamos ubicarnos desde la fe para que ofrezcamos presencia en palabras, diálogo y encuentro para abrirnos a la compasión. El grito de dolor de las víctimas de las violencias, clama al cielo por justicia. Los cristianos no podemos permanecer indiferentes. Nos urge el celo profético de Jesús de Nazaret”.
Estamos en una emergencia educativa, agregan los pastores de la grey católica en México, al tiempo de hacer un llamado a realizar un esfuerzo por recuperar las referencias básicas de la convivencia humana: Verdad, bondad y belleza.
Asimismo, por enésima ocasión exhortaron a las autoridades educativas el país a involucrar a la familia y sus valores en los procesos de formación de los alumnos. “La indispensable instrucción sobre las ciencias, con la conciencia de que las disciplinas que se presentan en las escuelas, no pueden sustituir la educación que la familia puede dar”.
“La urgencia de justicia, paz y misericordia tiene que traducirse en estilos de vida y de desarrollo humano que posibiliten una vida digna para todos. Hoy, toda acción social, económica y política tienen que transformarse en un eje central del bienestar de la persona, antes que ideologías, discursos o estadísticas. Todos somos corresponsables para resolver la crisis de humanidad que enfrentamos: la familia, la escuela, los medios de comunicación, las iglesias -entre otros- somos actores sociales que tenemos una responsabilidad en la misión de forjar una cultura de esperanza y de paz. Nuestros esfuerzos están invitados a sumarse a la responsabilidad del Estado en procurar la justicia y, con sus políticas públicas, respaldar la cultura de la esperanza y la paz”.
Afirman los obispos mexicanos que la Iglesia Católica refrenda su compromiso de procurar, además de protección, desarrollo humano, integral y solidario para la primera infancia; buscar garantías para que las niñas y niños, adolescentes, así como jóvenes mexicanos vivan con la mayor dignidad y calidad de vida; llevar los Centros de Escucha y de Atención a personas adictas y victimas de violencia, para ofrecer atención y redoblar los esfuerzos para colaborar a restablecer el tejido social, “hoy tan dañado, reconstruyendo a las personas y reconstruyendo la integración dentro de nuestra sociedad”.
El documento que firman Mons. Rogelio Cabrera López, Arzobispo de Monterrey y Presidente de la CEM; Mons. Carlos Garfias Merlos, Arzobispo de Morelia y Vicepresidente de la CEM; Mons. Alfonso G. Miranda Guardiola, Obispo Auxiliar de Monterrey y Secretario General de la CEM; Mons. Guillermo Ortiz Mondragón, Obispo de Cuautitlán y Responsable de la Dimensión de Fe y Compromiso Social de la CEM y Mons. Enrique Díaz Díaz, Obispo de Irapuato y Responsable de Pastoral Educativa y de Cultura de la CEM, finaliza con un llamado social “para poner lo que está en nuestras manos e impedir que crezca y se extienda más la violencia, de manera muy especial les invitamos a todos a respetar a las mujeres y reconocer el derecho que ellas tienen, de promover su dignidad, garantizando su libertad e integridad en nuestra sociedad”.
“Somos familia”: Cardenal Robles
El Arzobispo de Guadalajara, Cardenal José Francisco Robles Ortega, hizo un nuevo llamado a la paz y a vivir en congruencia los valores del Evangelio.
“Recuperemos nuestra vocación, nuestra dignidad, nuestra esencia. Somos familia. Así, asumamos nuestra dignidad y respetemos y consideremos la dignidad de los demás. Ahora es increíble como una persona inocente puede ser vejada, puede ser asesinada. ¿Por qué hemos llegado a este grado de degeneración?”.
Durante la homilía de la celebración eucarística del último domingo del tiempo ordinario subrayó que mientras persista la ley del “ojo por ojo”, en nuestras actitudes cotidianas, no habrá paz ni tranquilidad en la sociedad.
Manifestación, derecho y oportunidad de valorar
Posteriormente, en encuentro con reporteros, señaló que las manifestaciones contra la violencia a las mujeres, previstas para este 8 y 9 de marzo, deben ser oportunidad para generar conciencia de la dignidad y valor de la mujer y acuerdos para el bien común de los mexicanos.
“Es un derecho que tienen las mujeres a manifestarse de esa manera, ante lo que estamos viviendo tristemente, muy grave, me refiero a los feminicidios que, lejos de disminuir, pareciera que están aumentando; entonces es el derecho que tiene la mujer, como toda la sociedad, de manifestarse, y que sirva esta manifestación, este paro, para que todos tomemos conciencia de la dignidad y el valor de la mujer”.