LUPITA VENEGAS / PSICÓLOGA
QUERIDA LUPITA:
He luchado por educar a mis hijos con la moral cristiana católica. Ellos son buenos, han elegido
ayudar a los más necesitados. Sin embargo, cuando les hablamos de que es mejor esperar hasta el
matrimonio para tener relaciones íntimas, ellos responden que eso es anticuado, que no es posible la fidelidad de uno con una para siempre. Mi esposo y yo no sabemos cómo transmitir el bello valor de la fidelidad en el amor.
Edith G.
HERMANA MÍA, EDITH:
Hablar de castidad, sin duda, es una virtud contracultural. Desde luego, hay épocas en las que ha sido más fácil plantearla y vivirla. Hoy en día, con la dictadura del placer, esto resulta prácticamente imposible.
Los seres humanos hemos sido diseñados para un amor total. Dios nos ama de forma incondicional y al
hacernos semejantes a Él, nos diseña para este tipo de amor. Cualquier otra forma de relación no llena las
ansias del corazón.
Cómo transmitir valores cristianos en un mundo que ataca por sistema nuestra moral:
• Ante todo, con nuestro testimonio. Matrimonios cristianos, ¡seamos fieles!
• Retomemos y vivamos el poder de la oración. Pidamos para que nuestros hijos quieran vivir el amor
donándose a otro con totalidad y exclusividad.
• Ofrezcamos ambientes familiares, infantiles y juveniles que luchan por vivir los principios que Dios
mismo nos ha dado a través de sus mandamientos y consejos evangélicos.
Te presento “La opción V”. Me ha encantado conocer este movimiento que, desde Perú, está entrando
a los corazones de jóvenes de todo el mundo. Ellos se describen así:
“Somos jóvenes que creemos que el amor para siempre sí existe, y estamos convencidos de que la
virtud de la castidad es el camino para conquistarlo. Como católicos, queremos responder al llamado
hecho por el Papa Benedicto XVI: «Es una necesidad urgente que toda la comunidad cristiana recupere el
aprecio de la virtud de la castidad».
El Papa Francisco ha pedido a todas las parejas que se abstengan de tener relaciones sexuales antes del
matrimonio. «La castidad debe presentarse como una auténtica aliada del amor» (Itinerario catecumenal
para la vida matrimonial). La enseñanza de la Iglesia custodia siempre el deseo de Dios para el matrimonio, ¿vamos a ceder a la presión social pese a ello?
Perseveremos, como padres cristianos, sembrando nuestras convicciones en la conciencia de
nuestros hijos; nosotros hacemos nuestra parte poniendo nuestra confianza en Dios.
