El profesor Luigino Bruni analiza los interrogantes que plantea un estudio realizado en Italia y los Estados Unidos, comentado por Silvia Constantini en Aleteia.
Pbro. Alfonso Rocha Torres
La propuesta de funciones religiosas virtuales, en línea o televisión, de Misas, momentos litúrgicos en las redes sociales, ha sido protagonista en la fase del confinamiento, debida al Covid-19.
La Universidad LUMSA de Roma y la Escuela de Economía Civil de Italia, realizaron una investigación con el título “Culto y espiritualidad en línea en tiempos de distanciamiento físico”.
Hemos conversado con Luigino Bruni, promotor de la iniciativa.
¿Cómo surgió la idea del estudio?
“En Italia a inicios de marzo, y en otros países poco después, nos encontramos con lo que los expertos de ciencias sociales llaman el ‘experimento ideal’. Había un antes y un después en el fenómeno.
Por este motivo, aprovechamos para comprender en particular la manera en que se vivía la fe con los sacerdotes conectados a las redes sociales, o a través de Misas en línea.
“El análisis tuvo en cuenta un universo estadístico de dos mil personas, e incluyó acatólicos, protestantes, judíos y musulmanes”.
¿Cómo han vivido, según la propia religión, este paso?
“Los católicos han sufrido menos que los protestantes; gran sorpresa, pues los católicos están más ligados a la dimensión comunitaria de la fe, que es también física, de contacto, incluso con las manos.
Los protestantes han sufrido las celebraciones en línea, a causa de la falta de vida comunitaria y social, y no tanto desde el punto de vista sacramental.
Los judíos no han experimentado muchas diferencias entre el culto en línea y en la sinagoga, pues la religión judía es bastante abstracta.
¿Cuál es el perfil de católico al que le ha afectado menos el cambio en la manera de participar en Misa?
“Los católicos a los que menos les ha afectado la sustitución son los que menos participan en la iglesia. Para ellos, no ha habido casi diferencias, es lo que se llama el “efecto gnóstico”. El papa Francisco ha llamado la atención sobre este riesgo de una fe sin comunidad.
“Algo muy diferente le ha sucedido al que está comprometido en la Iglesia. Han sufrido al no poder vivir las celebraciones de manera presencial.
“Ahora que en muchas partes está terminando la fase de confinamiento, surge un problema: si la Iglesia sigue dando amplio espacio a las Misas en línea, se da el riesgo de que una parte de los católicos siga acostumbrándose a ellas, pues exigen menos empeño. La consecuencia podría ser que no regresen a las iglesias”.
¿Cuál puede ser la solución para que los fieles vuelvan a Misa, de manera presencial?
“Haría falta una reforma litúrgica que permita experimentar la necesidad que tenemos de la Misa. cuando las Misas son superficiales, las personas pierden la motivación para participar y preferirán quedarse a verlas por la televisión.
“¿Cómo podemos hacer más participativa la misa? ¿Cómo podemos vivirla, hacer la experiencia, en lugar de ser meros espectadores? Todavía hay gente que dice ‘voy a oír Misa’. La Misa hay que vivirla”.
“Es necesaria una reflexión sobre el motivo por el cual el mundo católico da poca importancia a la dimensión comunitaria.
“Si yo fuera un pastor de la Iglesia católica, evitaría aumentar la oferta de Misas en línea para no correr el riesgo de crear un mundo de ‘espectadores’ de Misas, que constituiría el final de la misma Iglesia.
“Se ha dado un fenómeno interesante durante el confinamiento: ha surgido un interés por lo sagrado en televisión de parte de quien no solía participar en Misa. ¿Cuál ha sido la experiencia de Ud. Amigo lector?”
Comentarios: vivirenlapantalla@gmail.com
Para saber más: www.es.aleteia.org.
Números del estudio
→ Número de personas entrevistadas: mil en Italia; mil en los Estados Unidos.
→ Edad media: 47 años. Jóvenes de menos de 35 años, 20%; mayores de 65 años, 10%. Entre 35 y 65 años, una media del 50%.→ El 40% (incluyendo a todas las religiones) ha mostrado un nivel elevado de satisfacción por los servicios religiosos en televisión y en las redes sociales. No hay diferencias de género.
→ Los católicos entrevistados han sido 1082, 402 en Italia y 680 en los Estados Unidos.
→ De los 1082 católicos, el 40% acude regular o asiduamente a Misa, y el 60% no lo hace. Entre éstos, quienes participan en Misa regularmente (el 22% es decir 233) o asiduamente (17% es decir 180), se han mostrado de acuerdo con el hecho de que la Misa por televisión equivale a la Misa presencial.