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Este año, Fray Gabriel Chávez de la Mora, nacido en nuestra ciudad, en 1929, a pocas cuadras de la Catedral de Guadalajara; recibirá el Premio Nacional de Arquitectura que otorga cada año la Asociación de Ingenieros y Arquitectos de México, un merecido reconocimiento para una trayectoria arquitectónica ejemplar que nace de una mística humana y religiosa, quien es considerado pionero del arte sacro moderno.

Román Ramírez Carrillo

Fray Gabriel, es un fraile benedictino que vive con el lema “ora y trabaja”. Arquitecto, artista plástico, artesano, tipógrafo y diseñador gráfico; es un creador completo e integral que, a sus 91 años de vida y 66 de práctica profesional ininterrumpida, sigue creando obras con sabor a trascendencia.

Sus primeros esbozos

Un espacio referente de Guadalajara, el monumento a la Bandera, en la plaza del mismo nombre, es un diseño suyo de sus inicios como estudiante de ingeniería civil. La obra  consiste en un zócalo rectangular en el que se asienta la silueta de un águila.

En 1948 se matriculó en la recién creada escuela de arquitectura en la Universidad de Guadalajara; fundada por el Arquitecto Ignacio Díaz Morales, quien tenía como lema: “Concebir primero la cosa poética y alrededor de ella levantar los muros.”

Fray Gabriel se tituló con el proyecto para la creación del Centro Parroquial de San José de Analco, donde todo el espacio converge hacia el presbiterio, con el uso de la luz, mezcla tradición y modernidad que caracterizaría esta zona barrial de Guadalajara.

Esta tesis profesional muestra ya sus inquietudes vocacionales para ingresar a la orden benedictina en el convento de Cuernavaca, al terminar sus estudios de arquitectura. Fue ordenó sacerdote el Día del Trabajo, el 1° de mayo de 1965, por el entonces Obispo de Cuernavaca, Mons. Sergio Méndez Arceo.

Su trabajo como arquitecto, parte de la metodología de contemplar la creación desde un punto de vista teológico-litúrgico, junto con aspectos antropológicos y culturales. Esa es su mirada en la intervención arquitectónica del altar en la Catedral de Guadalajara, para adecuarla a las disposiciones litúrgicas del Concilio Vaticano II.

Su huella ha trascendido el arte sacro

Como arquitecto-artesano, creó los talleres artesanales, llamados después Talleres Emaús, que complementarían los trabajos agrícolas de los monjes, para fabricar hermosos objetos de gran calidad artística que tuvieron éxito comercial, que permitieron abrir una tienda en la Zona Rosa de Ciudad de México. Pedro Ramírez Vázquez, quien había sido su maestro y sinodal, presidente del Comité Olímpico Mexicano, le solicitó los diseños de las medallas y otras piezas para las Olimpiadas de 1968.

Todo lo que crea surge del conocimiento que posee por su condición de sacerdote benedictino; y con todo el rigor artístico, por su condición de arquitecto; con toda la libertad creativa que heredó en las clases de Mathias Goeritz, Erick Coufal, Silvio Alberti, y Bruno Cadore, entre otros.

Una de las principales aportaciones de Fray Gabriel es la integración de la obra plástica a la arquitectura. Para cada iglesia o capilla, no solamente construye sino que reviste el espacio, diseña también las lámparas, los retablos, vitrales, confesionarios, esculturas, viacrucis y demás elementos utilizados en la liturgia. Todo es diseñado de manera integral, en coherencia y armonía.

Su gran aporte a la liturgia

Para el Arzobispo de Puebla, Don Víctor Sánchez Espinoza, la profunda experiencia sacerdotal de Fray Gabriel, lo determinan como artista religioso y contemporáneo, con una gran aportación a la liturgia postconciliar y que en sus obras “expresa su gran amor a Dios y a la Iglesia”

En la actualidad, Fray Gabriel sigue muy activo, trabajando desde su celda monacal en diversos proyectos, desarrollando una catequesis plástica por todo el país, y es llamado también el arquitecto de Dios y de la Iglesia.

Parte de su vasta obra, se puede conocer en Guadalajara en el conjunto parroquial de Nuestra Señora de Bugambilias; en el Santuario de Santo Toribio Romo, en Santa Ana de Guadalupe, Jalisco; en la Parroquia de Santa Vicenta María en la colonia Lázaro Cárdenas, al sur de la ciudad; en el Santuario de los Mártires Mexicanos, en Tlaquepaque; así como el Oratorio del Cardenal José Francisco Robles Ortega en su casa de Zapopan.

Creador de un estilo litúrgico mexicano

Fray Gabriel Chávez de la Mora conjunta en su persona el religioso y el arquitecto, pero también liturgista y artista, “en el hacer arquitectónico integral”, explica en entrevista para Semanario, el Arq. Luis Miguel Argüelles Alcalá, integrante de la Comisión de Arte Sacro, alumno y colaborador en los sitios de obra de Fray Gabriel.

A lo largo de sus 66 años de ejercicio profesional, ha logrado delinear un estilo característico tanto en la arquitectura, como en la pintura y la escultura, así como en la orfebrería y la caligrafía, áreas en las que a Fray Gabriel se le “reconoce e identifica como el creador de un estilo litúrgico mexicano” que nutre y renueva el ámbito del arte sacro a nivel internacional.

El arquitecto Chávez de la Mora define su arquitectura como la integración de artes y artesanías al servicio de la liturgia. Para él la arquitectura “abriga, encausa y modela” con tres principios, la utilidad, la solidez y la belleza, y añade que lo mejor de la arquitectura “es lo que no se ve, pero está allí y se percibe”.

Con esa cosmovisión, entre 1973 y 1976, formó parte del equipo del Arq. Pedro Ramírez Vázquez para construir la nueva Basílica de Guadalupe, trabajando, sobre todo, en la definición litúrgica de la Basílica.

Un distintivo

Señala el arquitecto Argüelles que la capacidad y habilidad para poder diseñar un edificio, partiendo de una necesidad concreta, con la comprensión teológica del edificio para el culto, y poder desmenuzarlo por partes, hasta la más mínima, siempre con un hilo conductor y un significado propio, sucede pocas veces en las obras de arquitectura, y “ese es el signo distintivo de Fray Gabriel”.

Describe que, como arquitecto, es el “resultado maduro, deseado e imaginado por Ignacio Díaz Morales” al fundar la Escuela de Arquitectura de la Universidad de Guadalajara. En dicha Escuela, con algunos de sus compañeros que tenían interés por la arquitectura religiosa, fundaron el grupo Ars Sacra, como servicio social.

Fray Gabriel ha logrado posicionarse como un profesional, “en uno de los rubros muy singulares y representativos de la arquitectura, el arte sacro”, siendo un referente a nivel internacional en este rubro y siguiendo activo hasta el día de hoy.

Una de sus aportaciones fue la aceptación del reto de la reforma litúrgica del Concilio Vaticano II, y que el padre Gregorio Lemercier, su superior benedictino condujo en la comunidad monacal de Santa María de la Resurrección en Ahuacatitlán, Morelos, quedando arraigada la reforma litúrgica de forma permanente en su hacer profesional. Considera el Arq. Arguelles que “el hecho de ser religioso lo salvaguardó de intereses económicos o de modas pasajeras”.

Su triple vocación

Su opción por la vida consagrada, se da tanto por la formación familiar, su formación escolar y por la búsqueda de valores superiores. No le atrajo, la profesión de su padre, la medicina, y no siguió a los maestros maristas, ni a los activos jesuitas; su interés era la vida monástica y benedictina, que integra una vida de oración, estudio y trabajo en fraternidad.  

Con sus 56 años de sacerdote en la orden benedictina, con la fidelidad a su regla, siendo congruente con el lema de “ora et labora” dispuesta por San Benito, sobresale la finalidad de sus obras, en su triple vocación de fraile-arquitecto-artesano:

“Que mis obras glorifiquen a Dios y santifiquen a mis hermanos”.

¿Quién es el arquitecto Luis Miguel Argüelles Alcalá?

Originario: Aguascalientes, Ags. 1964, reside en Guadalajara, Jal. desde 1974

Licenciatura: UAG (Arquitectura, Universidad Autónoma de Guadalajara). 1982-1986.

Especialidad: Bienes Culturales de la Iglesia, Universidad Gregoriana en Roma, Italia. Obtiene mención “Magna cum laude”. 1993-1995

Cursos de Restauración por la Universidad de Guanajuato.

Miembro de la Comisión Diocesana de Arte Sacro de Guadalajara, Jal. Desde 1987

Miembro del Colegio de Arquitectos del Estado de Jalisco, desde 1997.

Director responsable de obra en Guadalajara, Zapopan y Tlajomulco, Jal.

Miembro de ALER (Asociación Latinoamericana para el estudio de las religiones)

Ha sido: Maestro en la UAG de taller de diseño y Análisis Histórico-crítico de la arquitectura

Maestro de arte sacro Seminario Mayor de Guadalajara.

Impartido Cursos y diplomados de Arte Sacro.

Da Asesorías en diversas Diócesis de la república como: Guadalajara, Monterrey, Culiacán, León, Autlán, Yucatán, Aguascalientes, Cdmx, etc.

Campos del Arte Sacro: Proyecto, construcción, restauración y adecuaciones litúrgicas.

Coordinador y participante del libro en proceso: “Gabriel Chávez de la Mora Fray-arquitecto”

25 proyectos y obras realizadas en colaboración con Fray Gabriel Chávez de la Mora O.S.B.

@arquimedios_gdl

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