Editorial
Se llegó la hora de gobernar en unidad, con las interacciones y acuerdos entre gobernantes y gobernados, que realmente generen oportunidades y solucionen los problemas de los ciudadanos, y seguir construyendo las instituciones y normas necesarias para generar los cambios que urgentemente se necesitan.
El área metropolitana de Guadalajara será gobernada por Alcaldes de Movimiento Ciudadano, al obtener la mayoría en Guadalajara, Zapopan, Tlajomulco, El Salto, y Tlaquepaque. Llama la atención las propuestas que, sobre el medio ambiente, presentaron a la ciudadanía siendo candidatos.
En Guadalajara, Pablo Lemus insistió en un modelo de parques de bolsillo, que en cada esquina haya un espacio verde, instalar paneles solares en oficinas públicas, mejorar los salarios y equipo de brigadistas municipales y estímulos fiscales para empresas y casas habitación que tengan características medioambientales.
Instalar paneles solares y sistemas de captación de lluvia en 200 escuelas de Zapopan, y reforzar la educación ambiental, propuso Juan José Frangie.
Sergio Chávez en Tonalá, expuso que terminará el contrato con la empresa concesionaria del servicio de recolección de basura Caabsa Eagle, por la contaminación que genera el basurero de Matatlán y los Laureles.
En general, lo que se observa con las propuestas, es desconocimiento de las facultades municipales, estatales y legislativas, y falta de seguimiento a programas ya planeados en administraciones anteriores. La tentación de inventar el municipio cada tres años se lleva en la sangre.
Son propuestas genéricas y que solo abordan el qué harían, pero no cómo implementarían el desarrollo de sus propuestas. Son propuestas a corto plazo o “apaga fuegos” mientras que las problemáticas que requieren una planeación profunda no son asumidas. Entre ellas la más importante es el cambio climático, que ya ha mostrado sus consecuencias a nivel local con la sequía de este año.
Una forma de afrontar el problema del medio ambiente, por los Alcaldes electos, es asignar el presupuesto que tendría y sustentar cada una de las propuestas, ya que algunas de sus acciones planeadas solo se pueden resolver a nivel federal o con una intervención metropolitana o regional, como la atención al Bosque de la Primavera o la Cuenca Lerma-Chapala.
Para el Bosque de la Primavera, las medidas son solo reactivas, como poner drones de vigilancia, y no hay mecanismos de prevención como el cierre o regulación de la asistencia de visitantes y de las actividades de recreación o deportivas que se realizan durante la temporada de “secas”.
Para dar viabilidad a las propuestas, es necesario el involucramiento de los gobiernos municipales del área metropolitana, con asociaciones civiles, investigadores y técnicos, mediante proyectos de seguimiento que cuenten con mecanismos que garanticen su aplicación a largo plazo y la participación ciudadana es clave para la generación de conciencia en el cuidado del medio ambiente.
Después del proceso electoral, es tiempo de unidad, de combatir lo que el Papa Francisco llama “la enfermedad mortal de la división”. Los ciudadanos comenzamos a trabajar en la unidad entendiendo lo que los Obispos de México nos expresan, que trabajando “unidos, sintiéndonos hermanos, reconociendo el valor incalculable de toda persona” se puede lograr el objetivo de un México justo y en paz.