Fray Badajo
Toque a campana tañida
El presidente extendió su felicidad electoral afirmando que en la jornada electoral se portaron bien los criminales: “los que pertenecen a la delincuencia organizada en general bien, se portó más mal la delincuencia de cuello blanco”. Pareciera que es mejor la delincuencia que mata que la que evade impuestos. Para él, todo empresario que se mete en política, es un delincuente de cuello blanco. En Jalisco votó el narco, y en algunos lugares se llevó las urnas como recuerdo. Acá no van ganando los abrazos, sino los balazos.
Toque de agonías
La víctima de víctimas. Otra vez el presidente acudió al discurso de victimización por los poderosos organismos civiles que persiguen y atacan a su gran gobierno. Su petición a Estados Unidos de que dejara de financiar a organismos civiles como Mexicanos contra la Corrupción y a Artículo 19, el gobierno de Biden respondió que seguirán financiado a gobiernos, organismos y periodistas de todo el mundo que se interesen en denunciar y combatir la corrupción en todas sus formas. Si, adivinó usted, esto tiene molesto al presidente.
Toque de peregrinos
El presidente proclama su cristianismo y su admiración por Jesucristo y hace un paralelismo entre la doctrina cristiana y su doctrina política. El mensaje que envía a sus seguidores es que, como luchador social, igual que Cristo, es perseguido, espiado y “crucificado” por los poderosos que buscan derrotar y frenar a su gobierno. Una perla más de su ideologización de la religión.
Toque de duelo
Las campañas que concluyeron parecieron concursos de TikTok. El Verde ha sido descrito finamente como la cortesana de los partidos porque cada elección se afilia con la mesa que más aplauda. Lo hizo con el PAN y se enojaron cuando Vicente Fox no quiso dar la Semarnat a Jorge Emilio González, “El Niño Verde”. Al PRI le fue fiel desde el 2003 y, al perder José Antonio Meade la Presidencia en 2018, brincó de barco y de lealtad. Ahora está vendido a Morena, por el bien de México.
TAN TAN TAN