Monserrat M. Cuevas
Abandonarse al dolor sin resistir, suicidarse para sustraerse de él, es abandonar el campo de batalla sin haber luchado.
-Ramón Gómez de la Serna
Más de alguna ocasión fuimos testigos o nos enteramos, de que algún familiar, amigo o conocido, decidió acabar con su vida, por diversos motivos, soledad, depresión, angustia, desempleo, desamor… a veces el juicio ligero o la condena rápida que podemos realizar ante estos casos, pueden demostrarnos que somos parte del problema, pero, paradójicamente también podemos ser parte de la solución.
El Catecismo de la Iglesia Católica, señala que el suicidio es un acto grave e indica claramente que: “no se debe desesperar de la salvación eterna de aquellas personas que se han dado muerte. Dios puede haberles facilitado por caminos que Él solo conoce la ocasión de un arrepentimiento salvador. La Iglesia ora por las personas que han atentado contra su vida”. (Numeral 2283)
¿Qué es el suicidio?
Generalmente al escuchar: “intentó suicidarse o se suicidó”, pensamos en automático que la persona que atentó contra su vida tenía algún tipo de problema.
El suicidio es más recurrente en jóvenes y adultos, informó en exclusiva para Semanario, Francisco Javier Ramírez Barreto, Director del Instituto Jalisciense de Salud Mental (SALME).
“Apenas en este año estamos empezando a tener estadísticas de lo que es la ideación y tentativa suicida. Nosotros, antes teníamos el registro de los suicidios consumados, estadística muy estable que si varía, evidentemente, más hacia la temporada decembrina”.
La pérdida de la esperanza, el desaliento sobre el proyecto personal de vida, alguna enfermedad emocional (depresión, ansiedad, esquizofrenia, adicción, etc.), pueden detonar el suicidio, pero también hay factores sociales, indicó el director del SALME.
“Por ejemplo la integración familiar. Si tú no tienes una red de apoyo familiar adecuada, si la comunicación dentro de tu familia no es adecuada, si hay algún problema donde, de alguna manera, te sientes sólo, no comprendido y además no tienes muchos elementos para poder tolerar la frustración, ni manejarla de una manera adecuada, es cuando te lleva a tener esta ideación suicida; es multifactorial, no podemos sólo verla como que las personas que se suicidan tienen un trastorno mental, no; hay personas que sin tener un trastorno mental, y sólo teniendo estos factores de una pobre red social, pueden llegar a este fenómeno”.
Cuando una persona atenta contra su vida, o trata de hacerlo, es mejor ayudarlo que señalarlo; la decisión de ya no vivir, no es por llamar la atención sino por el tumulto de problemas que no puede la persona resolver, destacó el director del Instituto de Salud Mental.
“No es que te haya nacido de la noche a la mañana, o sea un impulso, llega a suceder pero no es lo común. Lo común es que de alguna manera empiecen señales de aviso.
“Hay gente más melancólica, pero tristeza como tal, ya estamos hablando de una enfermedad; si yo veo que esta persona es aislada, es triste, muy melancólica, lo primero es decir, ‘oye esto no es lo normal, porque no acudes a ayuda’.
“A lo mejor no puedo hacer nada, pero soy su amigo, y lo que sí puedo hacer es decirle ‘¡Ándale! Yo te acompaño vamos a una consulta’, esto es importante porque de alguna manera es acercarlo a servicios en dónde él, o ella, pueda recibir atención, pueda ser manejada y con ello, creo, vamos previendo que la persona en algún momento pueda atentar contra su vida”.
¿Qué es SALME?
Cuando una persona intenta terminar con su vida pero no lo logra, sus familiares y amigos no saben cómo ayudarlo, o a quién recurrir para que reciba el tratamiento adecuado, el director del Salme, Javier Ramírez dijo que, según las circunstancias los servicios de urgencias del sector salud (IMSS, ISSSTE, etc.) son el primer punto a acudir.
“En cualquier servicio de urgencias existe un protocolo de atención en dónde lo primero que van hacer es salvaguardar su vida si tomaron algún medicamento o alguna sustancia pues lo primero que hay que hacer un lavado gástrico, hay que observar, si fue por lesiones pues hay que suturar, primero es salvaguardar la vida”.
En un segundo momento, pero de inmediato se debe canalizar a la persona a atención psicológica, el SALME es una de las instancias que pueden intervenir.
“Entonces nosotros lo que hacemos es un programa de atención, es decir muy probablemente se interna la persona porque hay cosas que hay que medir”.
Tratar de terminar con la vida, puede tener un arrojo de valentía, pero es más de valientes quién la valora y busca ayuda.

Javier Ramírez Barreto, Director del Instituto de Salud Mental
¿Cómo detectar que una persona tiene pensamiento suicida?
- Modifica su forma de ser.
- Se aísla.
- Hablan de muerte.
- Hacen encargos (pertenencias, mascotas, etc.)
“Hay personas que comienzan a dejar sus cositas acomodadas (…) , dejé los papeles de tal o cual cosa en la gaveta, por si me pasa algo. Empiezan avisar y entonces uno no les hace caso, o uno le dice no te va a pasar nada. Buscan ayuda, son personas que realmente buscan ayuda, a lo mejor no saben cómo y a lo mejor no se acercan a los servicios de salud, pero a lo mejor van con el Sacerdote y lo platican, a lo mejor lo hablan con la comadre o con el amigo o con el profesor”.
Suicidios en Jalisco en el período 2018-2019: 135.
Consultas (depresión, ansiedad, etc.) en Salme: 57 mil.
Mil casos con tentativa suicida 500 hombres y 500 mujeres.
Atención de crisis
Línea SALME: 38-33-38-38
Porque la vida es hermosa, el suicidio no es la salida.