Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2022
Pbro, Luis Antonio Villalvazo, Diócesis de Ciudad Guzmán, Jalisco.
Desde hace 56 años, los mensajes en las Jornadas Mundiales de las Comunicaciones Sociales han sido, para quienes hemos asumido la misión de comunicar la Buena Noticia del Evangelio, un pozo de agua fresca y transparente que ha refrescado nuestros proyectos, procesos, prácticas y productos comunicacionales.
Con la convicción de que evangelizar es comunicar y que todo acto comunicativo se hace con los sentidos, el Papa Francisco, en su mensaje del año pasado, puntualizó en la experiencia y actitud de “ver” como condición primera y necesaria para descubrir la realidad y poder contarla a partir de la experiencia de los acontecimientos y del encuentro con las personas.

En este año, el Papa Francisco centra su mensaje en el sentido del oído en relación directa con el corazón. Subraya que el primer e indispensable ingrediente del diálogo y de toda auténtica comunicación, la verdadera sede de toda escucha es el corazón. De aquí el título de su mensaje “Escuchar con los oídos del corazón”.
“Escuchar con los oídos del corazón” encierra el compromiso de anunciar la Buena Noticia de Jesús de Nazaret como una historia de amor que debe ser contada, vivida, compartida y comprendida.
“Escuchar con los oídos del corazón” tiene una dimensión social que encierra exigencias y tareas concretas para quienes integramos las comisiones diocesanas de la pastoral de la comunicación.
Una exigencia es escuchar para dialogar. Ser comunicadores más humanos y con mayor compromiso evangélico exige dialogar con las realidades que marcan el actual contexto que vivimos, conscientes de que la realidad es la primera Palabra de Dios.
La dimensión social de la “escucha” nos compromete a investigar, informar, discernir, interpretar y socializar, con criterios periodísticos, éticos y evangélicos, las secuelas de la pandemia, la pobreza y desigualdad social, la creciente violencia y la promoción de la paz, la defensa y promoción de los derechos humanos, el cambio climático… éstas y unas más, son problemática sociales estructurales deben ser centro de atención y preocupación que debemos escuchar con los oídos del corazón.
Los nuevos y desafiantes contextos nos exigen nuevos estilos, lenguajes y, sobre todo, una nueva comunicación con fuerza evangélica y actitud profética que cultive la interpelación recíproca entre el Evangelio y la vida concreta, personal y social; que cuente a la gente lo que le pasa a la gente; que sea los ojos, oídos y el corazón de la sociedad; que ayude a tomar decisiones y promover una ciudadanía en la búsqueda del bien común y comunidades cristianas comprometidas en anunciar y hacer presente el proyecto del Reino de Dios.
Una comunicación social basada y orientada por los criterios del Evangelio, nos compromete a abrir los oídos del corazón para escuchar la voz de Dios que desde la zarza ardiendo -signo de la realidad que vivimos- nos invita descalzarnos y a “no tener el corazón en los oídos, sino los oídos en el corazón” para emprender el camino por el desierto a la tierra prometida, signo de nuestro compromiso de continuar generando procesos, proyectos y prácticas propios de una pastoral de la comunicación al servicio de la evangelización siendo mensajeros de esperanza y “apóstoles del oído” como nos pide el Papa en su mensaje.
“Escuchar con los oídos del corazón” reclama a nuestras comisiones de pastoral de la comunicación de nuestra provincia eclesiástica tener presente en nuestras agendas editoriales y publicaciones, los gritos, angustias, esperanzas, las historias y los rostros de quienes sobreviven en las cunetas de la vida, así como escuchar los gemidos de nuestra Madre Tierra que sufre las consecuencias de un alarmante deterioro.
“Escuchar con los oídos del corazón” en este tiempo de preparación hacia la celebración del Sínodo, donde el Papa Francisco nos invita a caminar juntos para escucharnos y discernir las acciones pastorales a emprender para renovar nuestra fe y encontrar nuevas formas y lenguajes para compartir el Evangelio en el aquí y ahora de nuestra historia.
Las Comisiones pastorales de Comunicación, tenemos la oportunidad y el desafío de compartir el agua de nuestros orígenes a través de los cántaros de nuestras historias, culturas, realidades, experiencias, recursos… para que en un ambiente de escucha atenta y respetuosa e impulsados por el dinamismo del Espíritu, seamos entusiastas mensajeros del Evangelio, agentes de comunicación atentos para informar y generar opinión sobre los acontecimientos y movimientos que marcan el rumbo de la historia presente y evangelizadores comprometidos en tejer los hilos de los trabajos pastorales de nuestras diócesis.