Jorge Rocha

La semana pasada el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, presentó su tercer informe de gobierno, que podemos analizar como una evaluación de medio camino de lo que ha sido la actual administración pública estatal. A pesar de que hay voces que alaban todo lo que hace el gobernador o personas que critican toda la gestión de Alfaro, lo que en realidad tenemos, a juicio del que escribe, es una administración de claro-oscuros, donde hay aspectos positivos que es necesario reconocer, pero donde también existen deudas pendientes que no podemos dejar de señalar.
Desde mi particular punto de vista, estos son los aspectos más destacados del gobierno alfarista en la primera mitad de su mandato:
- Proyectos de movilidad. Una de las agendas que el actual mandatario ha impulsado desde el inicio de su gobierno, y donde se pueden apreciar avances sustantivos es en la movilidad en la Zona Metropolitana de Guadalajara, donde el proyecto del nuevo transporte en el periférico, la ampliación y mejora de ciclovías; y la implementación del sistema ruta-empresa, son iniciativas que mejoraran la movilidad de las personas en una ciudad que cada vez está más asfixiada por el intenso tráfico vehicular.
- Reducción de delitos patrimoniales. El gobierno de Alfaro llevó a cabo una estrategia para bajar la incidencia de delitos patrimoniales y a lo largo de estos tres años hay una notable reducción de los mismos, donde hay mucho por hacer aún, pero no podemos dejar de reconocer que hay una mejora en este aspecto. Es cierto que queda la duda si el confinamiento de un año y medio provocado por la pandemia, fue un factor determinante para este logro, sin embargo, es evidente que en este aspecto la gestión alfarista entrega buenas cuentas.
- Estrategia de regreso a clases. Durante mucho tiempo se mantuvo el argumento de que el regreso a clases de niñas, niños, adolescentes y jóvenes representaba un peligro en el manejo de la pandemia. Luego de ver los estragos educativos y emocionales en las y los estudiantes del Estado, el gobierno de Alfaro decidió dar el paso al regreso presencial a clases. Hasta ahora la decisión ha sido acertada y la forma de gestionar las medidas sanitarias ha dado resultados adecuados. Parece que está claro que los contagios se generan a partir de reuniones, fiestas y vacaciones donde las personas no toman las medidas adecuadas. Las escuelas por ahora no son lugares de alto riesgo.
- Manejo general de la pandemia. Aunque hubo decisiones erradas en algunos momentos, al final del día parece que el gobierno del Estado en conjunto con la Universidad de Guadalajara, lograron construir una estrategia estatal para el manejo de la pandemia con afectaciones por debajo de lo que pasó en el resto de las entidades federativas. No fue lo óptimo, sin embargo, con la información disponible se tomaron decisiones que favorecieron el cuidado de las personas.
- Mantenimiento del empleo. Otro de los aciertos de Alfaro en su gestión a lo largo de este tiempo, es que hubo una recuperación de empleo satisfactoria, luego de los estragos que dejó el confinamiento y el “parón” de las actividades económicas en la entidad. Hay zonas, como las turísticas, donde faltan muchas cosas por hacer, pero en esta agenda podemos hacer una ponderación positiva en esta primera mitad del sexenio.
- Espacios de interlocución con la sociedad civil. En esta administración pública estatal, hay secretarías donde la interlocución con la sociedad civil y sus organizaciones, ha fluido de buena manera. Podemos señalar los casos de la Secretaría de Participación Ciudadana, la Secretaria de Igualdad Sustantiva y la Secretaría de Gobierno, donde hemos visto sensibilidad para abordar las demandas y propuestas de colectivos y organizaciones civiles. Hace falta abrir más canales, pero en este aspecto podemos evaluar positivamente el gobierno de Enrique Alfaro.
Como lo dije antes, ha sido un gobierno de claro-oscuros y la semana que entra compartiré los aspectos donde hay cuentas pendientes y errores en la estrategia.
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