“En este relato la espontánea e inesperada intervención de Pedro le añade un matiz muy especial.
Jesús le responde con la parábola del criado puesto por el amo al frente de la servidumbre. Parece ser un aviso más directo –aunque no exclusivo– a los pastores de la comunidad, porque «al que mucho se le da, se le exigirá mucho más».
La vigilancia y la fidelidad son las actitudes propias del cristiano en el que conocemos como el “tiempo de la Iglesia”, esto es, el que media entre la ascensión del Señor y su venida última.”
"En la Iglesia tenemos urgente necesidad de una comunicación que inflame los corazones, sea bálsamo en las heridas e ilumine el camino de nuestros hermanos y hermanas"