El publicarlo regresó a su casa justificado y el fariseo no.
“La palabra de Dios nos exhorta a la humildad y a la pobreza de espíritu al momento de presentar nuestra alabanza a nuestro Padre del cielo… Que Él infunda en nosotros un renovado entusiasmo para que –hoy que, además, celebramos la Jornada Mundial por las Misiones– sepamos dar ante el mundo un testimonio creíble y gozoso del mensaje que Cristo, nuestro Salvador, vino a traer para la salvación de todos.”
"En la Iglesia tenemos urgente necesidad de una comunicación que inflame los corazones, sea bálsamo en las heridas e ilumine el camino de nuestros hermanos y hermanas"