El texto evangélico reúne varios fragmentos inconexos, pero

recalca tres temas: El escándalo causado a los hermanos más

débiles, el perdón fraterno ilimitado y el poder incontenible de

una fe auténtica. A la petición de los apóstoles: «Auméntanos

la fe», Jesús no responde directamente, sino por medio de una

manifiesta e intencionada “exageración”. Los discípulos piden

cantidad, pero Él les habla sobre todo de calidad. Si su fe es viva

y operante, se situará entonces en el ámbito de las vivencias y

de los valores como la amistad, la alegría o la esperanza.