Si yo expulso a los demonios con el poder de Dios, eso significa que el Reino de Dios ha llegado a ustedes.
“Jesús acaba de expulsar un demonio.
Unos admiraron su poder liberador, pero otros lo atribuyeron a una rara complicidad con el demonio. Todo verdadero signo de Dios –como manifestación eficaz de Él mismo– desembocará necesariamente en una decisión en favor o en contra de su reinado.
Es por eso que Jesús añade en forma desafiante: «El que no está conmigo, está contra mí». Como sus seguidores no tenemos otra opción que la de ponernos de parte de Cristo a fin de lograr superar el mal y sus consecuencias.”