Los pescadores ponen los pescados buenos en canastos y tiran los malos.
La parábola de la «red que los pescadores echan en el mar y recoge toda clase de peces» es la última de las siete parábolas de este memorable discurso de Jesús, cuya conclusión entra también en la lectura evangélica de hoy. Esta alegoría tiene mucho en común con la de la «cizaña en medio del trigo». El «Reino» es el sustrato fundamental de la espiritualidad cristiana de todo tiempo y lugar.
"En la Iglesia tenemos urgente necesidad de una comunicación que inflame los corazones, sea bálsamo en las heridas e ilumine el camino de nuestros hermanos y hermanas"