4Vengan, benditos de mi Padre.Orar por los difuntos es una de las tradiciones cristianas másantiguas. Es muy explicable que, al día siguiente de celebrar a todosaquellos que han llegado ya a la intimidad con Dios, nos preocupemospor todos nuestros hermanos que han muerto con la esperanza deresucitar y con una fe tan sólo conocida por Dios.