Monserrat M. Cuevas
Es común que cuando escuchamos alguna referencia al continente africano, casi de inmediato lo liguemos a situaciones de pobreza y marginación; conflictos entre pueblos; dictaduras o caicazgos; persecución y escenarios salvajes.
La mayoría de la población africana practica la religión musulmana, mientras que el resto se divide entre católicos y grupos de inspiración cristiana. Ante esta realidad, África puede verse continuamente como tierra de evangelización, como destino continuo de misioneras y misioneros con una tarea sin fin.
LLEVAR ESPERANZA
Sin embargo, en Guadalajara existe un seminario de misioneros africanos, Mártires de Uganda, que en esta tierra –aparentemente evangelizada- tiene un vasto camo de acción, con la misión de llevar esperanza a quienes, por diversas razones la han perdido.
“Aquí, en México, todo es muy distinto. Aquí más del 90 por ciento es creyente y muy fervoroso, pero eso no significa que conozca a Dios profundamente, y nuestra misión es que ellos mismos, (los evangelizados) conozcan su misericordia; que las comunidades, los pueblos y las aldeas más lejanas sepan que no están solos, que Dios siempre está con nosotros”, señaló el Padre Dieudonné Rizinde Mahirwe, Rector del Seminario Mártires de Uganda.
“Nuestro principal carisma es evangelizar, pero no sólo hablar de las maravillas de Dios; lo nuestro es, que por primera vez, las personas lo conozcan. En mi tierra, allá en África, una de las principales religiones es la musulmana, bueno por eso es nuestro carisma, dar a conocer la Verdad y la Vida que es Dios”, subrayó el Padre Dieudonné Rizinde Mahirwe.
EL CARIÑO POR MARÍA VIRGEN
De México mucho se puede decir en el mundo, pero siempre faltarán palabras para describir la grandeza de María de Guadalupe, el amor de María que trasciende y no conoce de fronteras ni límites.
“Cuando me vine a México, todos mis amigos me decían: ¿Pero a qué vas, México es muy creyente, cuál será tu misión ahí? Yo venía a estudiar, pero de ahí en fuera (me faltaba claridad), pues aquí la gente es muy creyente, es muy fiel a Dios, pero creo que en esta ocasión yo soy el evangelizado, ustedes los mexicanos me han evangelizado mucho, he aprendido muchas cosas.
“La devoción a la ‘Morenita del Tepeyac’ es uno de los mejores regalos que México le ha dado al mundo; ella es muy conocida en mi patria y en los países vecinos; la Virgen de Guadalupe es muy importante para nuestra patria; cuando yo venía a México mis amigos y conocidos me daban sus oraciones para que yo se las pusiera a los pies de la Virgen. Yo estoy agradecido con Dios y con todos los mexicanos por esta bonita experiencia de estar aquí en este país de muchos tacos”.
LA GRAN MISIÓN
Dos vocaciones son las que están en formación en este Seminario, y aunque es un tema que preocupa, la fe mantiene viva esta casa.
“Creo que todas las vocaciones están pasando por un mal momento, y yo digo que es por las distracciones del mundo; todo lo que nos ofrece nos distrae de la verdadera felicidad, por eso, nosotros como misioneros, tratamos de tener fe y paciencia, pero principalmente predicar con nuestro ejemplo.
“Llegar a México sin entender el español, ahí comenzó el gran reto. Imagínate, mi lengua natal es el francés, un año estudie español, y fue así como comencé a entender un poquito más a los mexicanos.
“Después comencé a conocer a jóvenes, jóvenes entregados a Cristo y me emocionó ver cómo su fe es tan fuerte, tan única, eso me conquistó. Y eso es de las cosas que más me han gustado de aquí; su comida también: los taquitos, el pozole, y también sus lugares: la Ciudad de México, Colima, todo Jalisco, pero más, más, más, los taquitos y las fiestas, los mexicanos son muy alegres les gusta bailar”.
SEGUIR A CRISTO
Para el Padre Dieudonné Rizinde Mahirwe seguir a Cristo es una tarea para valientes, para aquellos cuya pasión es el servicio.
“Dejar tu vida, tu país y venirte a un lugar desconocido, es un gran reto; una tarea que cuesta trabajo, más porque no son tus costumbres, ni tradiciones; tu familia está a horas de diferencia, pero después ves el camino recorrido y te haces la pregunta, ¿Qué hice para merecer tanto amor y bondad de Dios?… bueno la respuesta es simple, dar un generoso sí. Eso lo dice San Juan Pablo Segundo, se lo dijo a los jóvenes seminaristas hace años, pero creo que es vigente; ‘Vale la pena consagrarse al hombre por Cristo’.
“Yo quiero invitar a los jóvenes a que den este paso, que no le teman a las cosas que Dios da, a la vocación que Él te llame, deja que Dios actúe”.
En México hay dos Seminarios de Misioneros Africanos, Mártires de Uganda, uno en Querétaro y otro en Guadalajara.