José de Jesús Parada Tovar
Como ha quedado asentado, no son dichos ni refranes; simplemente, términos del habla común en casa, en el rancho, el pueblo, el barrio, la ronda de compañeros o amigos. Su significado propuesto no proviene del Diccionario ni siguen un orden temático o alfabético.
Roble: de firme carácter. También, de muy buena salud y consistencia.
Recio: severo, duro en el trato, intransigente. También, lo contrario a quedito en el sonido.
Ya pa’ qué: no hay remedio, se acabó, no tiene caso.
No hay de piña: ni le busques, no hay de otra.
¡En la madre!: expresión de sorpresa ante un evento inesperado.
¡Ni madres!: no te creo, no acepto ni cedo, no es así.
¡Újule!: expresión de cierto desánimo; ¡Falta mucho!
Bofo: hueco, vacío, sin músculo ni nervios.
Bofeado: cansado, exhausto, rendido.
Patrañas: mentiras, argumentos disfrazados, pretensiones aviesas.
Caravana: saludo o reverencia exagerada; adulación, concordancia fingida.
Ceremonioso: de educación y ademanes excesivos, atildado.
Empalagoso: enfadoso, de lenguaje elogioso rebuscado.
Cachivaches: objetos arrumbados y sin uso, cacharros.
Tiliches: ídem.
Destartalado: desvencijado; que le hacen falta elementos o piezas de origen.
Cuachalote: guandajo, desentendido del orden y el buen gusto.
Peliagudo: difícil, riesgoso, peligroso.
Cuesta arriba: ídem; también, está cañón.
Nadar de muertito: trabajar a medias, fingir que se cumple.
Hacerse pato o guajolote: ídem.
Con el ¡Jesús! en la boca: se dice de quien no para de sufrir por miedo o incertidumbre.
Con el rosario en la mano: ídem; también, quien pide que ya acabe la zozobra.
A paso de tortuga: demasiado lento, que no le preocupan el tiempo ni la distancia.
Nido de codornices: dícese de la cabeza muy despeinada, desaliñada.
Mascatuercas: atrevido, resistible, al que no le asustan ni dañan peligros ni reveses.
Jalar: ceder, colaborar, apoyar, solidarizarse.
Jalada: un despropósito, idea o acción insensata; también, un mal chiste.
Que te mantenga el Gobierno: reproche al flojo, atenido o pedigüeño empedernido.
Juntar: levantar algo del suelo; también, coleccionar; admitir a otro en el juego.
Juntarse: mujer y varón que se unen, pero sin protocolo civil o eclesiástico.
Buena gente: persona recta, indulgente, afable.
Quién sabe: no sé, lo ignoro, no tengo idea.
Sepa la bola: ídem; pregúntale a otro.
Chancla: calzado ya muy usado y deteriorado.
Chaqueta: chamarra, abrigo corto. También, hace mucho así se decía a los seminaristas.
Está acabando: se refiere al moribundo, agonizante.
Petatear: fenecer, morir, finar.
No seas soreque: reprensión al desentendido, cerrado o poco avispado.
Chile frito: inquieto, inestable, hiperactivo, que anda o brinca por todos lados.
Compa: condiscípulo, camarada, buen amigo, compañero de clases o de trabajo.
Jefa: madre, mamá, progenitora.
Jefe: padre, papá, progenitor.
Eunuco: hijo postizo.
Parece puerco placero: se atribuye a quien busca qué comer a cualquier hora y lugar.
Ruletero: taxista que recorre varios rumbos buscando clientes pasajeros.
Ponte en mis zapatos: entiéndeme, comprende mi situación.
Ponte en mi lugar: ídem.
Revolufia: desazón, desorden, despapaye.
Bruja: sin dinero ni recursos para salir adelante.
Puro rollo: alegato locuaz, discurso vano y hueco.
Huero: huevo podrido, no comestible; también, alguien de poco seso.
Lavar el coco: inducción machacona para convencer a alguien que piensa poco o se resiste a creer o aceptar algo.
Alénchale: atínale con la pelota al hoyo o con el aro a la botella.
Aliviarse: en la mujer, parir, alumbrar, dar a luz.
Cateado: venido a menos, sobajado, rendido, muy enfermo.
Dado al queso: ídem; dado al traste.
Arrastrando la cobija: ídem.
¡El golpe avisa!: grita de ese modo el estibador que lleva una carga pesada, previniendo así a los que tiene de frente.
Bolas: chipotes, protuberancias en el cuerpo.
Chichón: ídem; hematoma.
Destantear: confundir a otro, sacarlo de balance.
Morro: adolescente, púber, muchacho.
Chirotear: alterar el silencio o el orden jugando, platicando o gritando.
Balas: frijoles de la olla.
Calabacear: errar, equivocarse, regarla.
A ver, al cine: se le dice al curioso que quiere mirar lo ajeno; también, al metiche que pretende saber lo que no le incumbe.
Remolino: juego mecánico que produce fuertes jaloneos y mamalonches; también, “gallito” o nudo de cabello al ras de la mollera.
Lo que se ve no se pregunta: respuesta al incrédulo ante algo claro o evidente.
Por poquito: casi; a nada estuvo.
No le tocaba: ídem;
Por un pelito de rana (calva): ídem.
A la otra: ni modo; no te desanimes.