Karime Ramos Godoy
En ocasiones es normal que nos pregunten: ¿De qué sirve hablar de medio ambiente? ¿Qué fin tiene dar a conocer la necesidad imperante de su cuidado? Quizá, a veces, hasta nos lo hemos preguntado a nosotros mismos.
Nunca hay que cansarnos de hablar del medio ambiente y de todo lo que podemos hacer para mejorarlo y conservarlo. Todo lo que hagamos para y por el medio ambiente es un acto de amor a Dios. Cuidar del planeta es cuidar de lo dado por la mano de Dios y de nosotros mismos. Es cumplir el fin de Dios para el hombre.
La naturaleza no tiene voz para hacerse escuchar como nosotros, por ende, debemos hablar por ella, debemos hablar de ella, de sus necesidades, del deber moral y de la necesidad intrínseca del ser humano de cuidar del medio ambiente que habita para garantizar su subsistencia.
Nosotros somos la voz del medio ambiente, somos sus guardianes, pues nos ha sido encomendada la naturaleza para poder alcanzar nuestros fines y realización, para servir a Dios en o a través de ella.
Hablemos a nuestros hijos y a las demás personas del medio ambiente, hablemos de lo mal que hace una conducta egoísta al planeta, hablemos de todo lo que podemos y debemos hacer para conservar la flora, fauna, los recursos, hablemos de cómo en cada actividad y decisión que tomamos podemos ayudar a preservar el medio ambiente y crecer en unión con Cristo.
Dios nos puso en este planeta con todos los medios para subsistir y para santificarnos, con todos los medios para desarrollarnos del modo más apto y con todos los medios para poder servirle y seguir su camino de Verdad y Vida.
Seamos conscientes de que aunque las corrientes actuales traten de acallar los problemas del medio ambiente, es nuestro deber moral cuidar del medio que nos permite vivir, es nuestro deber además, difundir el mensaje de amor a Dios que se traduce en amor a los hombres y la naturaleza.
Hablando de cuidado al medio ambiente hablamos del cuidado que debemos dar a nuestra vida. Hablando de medio ambiente, hablamos del camino que debemos seguir; hablar de medio ambiente es hablar de Dios.