Sonia Gabriela Ceja Ramírez
La tarde de este lunes 24 de octubre se inauguró el XXIX Encuentro Nacional de Pastoral de la Comunicación.
La bienvenida corrió a cargo de Mons. Héctor López Alvarado, Obispo Auxiliar de Guadalajara y responsable a nivel nacional de la Pastoral de la Comunicación (CEPCOM).
Durante su mensaje de bienvenida, en el que estuvo acompañado por los Pbros. Antonio Gutiérrez Montaño, asesor diocesano de la Pastoral de la Comunicación, y Emanuel Santana secretario de CEPCOM, Monseñor Héctor saludó y agradeció a los asistentes.
Señaló que desde 1975, hace 47 años, la Comisión Episcopal de Comunicación, viene promoviendo y realizando estos encuentros, de los cuales han surgido grandes planes y proyectos.
Añadió que el objetivo es “fomentar la comunicación integral y profesional entre los titulares de las Comisiones Diocesanas de la Pastoral de la comunicación, a fin de acceder a la promoción de los valores y al uso de los Medios, como apóstoles de las comunicaciones de la Iglesia”.
Explicó que para este fin existen tres acciones:
- El estudio profundo de la comunicación como disciplina y como medio de evangelización para definir acciones y metas pastorales.
- El encuentro humano, espiritual y fraterno a través de la convivencia.
- El compartir conocimientos, experiencias y procesos.
Añadió que “la pastoral de la comunicación está profundamente exigida a tener una visión de la realidad amplia y profunda en todas sus expresiones y niveles.
“La pastoral en los medios de comunicación, parte de una comprensión cristiana de todo aquello que acontece en la vida y la experiencia del vivir humano, dentro y sobre todo, fuera de la iglesia”, aseguró.
“El trabajo de la pastoral de la comunicación, que en muchas diócesis se desarrolla, debe ser comunicado y compartido a todo el conjunto de la Iglesia con espíritu de sinodalidad, colaboración y participación”, puntualizó.
Monseñor Héctor finalizó su intervención reiterando la bienvenida a los asistentes: “Sean todos ustedes bienvenidos, en este tiempo de prueba, de esfuerzo, con la tarea y camino de Construir la Paz, escuchando con los oídos del corazón, promoviendo una cultura de paz, con espíritus sensibles, entablando un diálogo creativo y propositivo con la sociedad, con la sinergia que une esfuerzos comunes, siendo una iglesia que genera cultura, que es interlocutora, una voz que interviene en las grandes transformaciones que necesita nuestro país”.