VI DOMINGO DE PASCUA
¿En qué acciones concretas se nota que cumplo los mandamientos de Dios?
Pbro. J. Jesús Suárez Arellano
¿QUÉ NOS DICE DIOS EN ESTE DOMINGO?
Hechos 8, 5-8. 14-17: La fe en Cristo va extendiéndose, el diácono Felipe evangeliza Samaria y los apóstoles Pedro y Juan van a confirmar la comunidad y a conferirles el Espíritu Santo…
Salmo 65: Alabemos al Señor por las obras admirables que ha hecho a favor de los seres humanos, como la liberación de la esclavitud de Egipto… Él siempre está atento a escuchar nuestras súplicas y jamás nos retira su gracia…
1 Pedro 3, 15-18: Pedro invita a los cristianos a dar razón de su esperanza con sencillez, respeto y conciencia tranquila… Además, anima, a quienes sufren incomprensión y persecución por hacer el bien, a vivir el misterio pascual de Cristo que murió en su cuerpo, pero resucitó glorificado…
Juan 14, 15-21: (Continuamos en el ambiente de la despedida durante la última cena) Jesús pide a sus apóstoles que cumplan su mandamiento del amor (a Dios y al prójimo) como prueba de que lo aman a Él… También les asegura que no los dejará huérfanos, sino que les enviará un defensor: el Espíritu de la Verdad que habitará en y entre ellos… Y les promete que, por amor, serán capaces de verlo y de sentirlo presente y actuante desde su interior junto con su Padre…
REFLEXIONEMOS:
En el Evangelio de hoy escuchamos que Jesús sigue despidiéndose de sus apóstoles… desde que los llamó y hasta ese momento Él los había instruido, sostenido y defendido… Ahora les garantiza que no quiere dejarlos desamparados y por eso les enviará un defensor: el Espíritu de la Verdad… No se trata sólo de que les dará una sólida doctrina “verdadera”, ni de que los hará propietarios o guardianes de una valiosa “verdad” filosófica o racional; más bien se trata de que les dará un don interior que los llevará a entender y amar su proyecto humanizador, los hará hermanos de todos, los convertirá en testigos de lo que Él ya ha hecho y puede seguir haciendo para trasformar la vida de cada uno, aun en medio de ambientes que pueden ser hostiles a la justicia, a la solidaridad y a la libertad… ¿De qué manera percibo que lo que Jesús ha prometido a sus apóstoles se cumple también en estos tiempos y en mí? ¿A qué lugares y personas me envía el Señor hoy?
También se nos enseña que quienes decimos seguir y amar a Cristo, hemos de guardar sus mandamientos… Sabemos muy bien que el resumen y cimiento de todos los mandamientos, según el propio Jesús, es: “Amar a Dios y amar al prójimo” (Cfr. Mateo 22, 34-40; Marcos 12, 28-31; Lucas 10, 25-28; Juan 13, 34 y 1 Juan 4:20-21)… Y, para ayudarnos a cumplir esta encomienda, Jesús nos regala su Espíritu para que comprendamos cómo amar sus mandamientos y para que los pongamos por obra con fuerza y decisión interior… Han pasado veinte siglos desde los acontecimientos narrados hoy en su Palabra y Él no nos ha desamparado jamás, su Espíritu aún está con nosotros, nos inspira y alienta, nos cuestiona y nos desafía… Con este “Espíritu de la Verdad” debemos manifestarlo a nuestros paisanos y contemporáneos que viven inmersos en un mundo de mentiras, explotación, irresponsabilidad, injusticia, arbitrariedades, falta de respeto, etc.… Como lo hicieron el diácono Felipe y los apóstoles Pedro y Juan y tantos que han dado razón de su fe a través del tiempo en tantos rincones del planeta… Este Espíritu tampoco nos deja huérfanos a nosotros, sino que nos fortalece desde nuestro interior para que nada del exterior nos derrote… ¿Amo y cumplo los mandamientos y las tareas de mi Amigo Jesús en mi realidad concreta?

TE PROPONEMOS LOS SIGUIENTES EJERCICIOS PARA QUE TE ENCUENTRES CON DIOS DURANTE LA SEMANA:
Responde por escrito: ¿Me siento fuerte y libre para amar a Dios y a “todas” las personas?
Enumera lo que te impide amar a Dios.
Enumera lo que te impide amar a tu prójimo.
Durante esta semana, en tu oración, pídele a tu amigo Jesús que:
Puedas cumplir sus mandamientos para manifestarle la sinceridad y profundidad de tu amor…
Seas capaz de dar razón de tu esperanza a quienes te la pidan…
Te envíe al Espíritu de la Verdad…
El Padre y Él vivan en ti…
(Anota los dones que vayas recibiendo).
