Román Ramírez Carrillo
Concluyendo el segundo día del Simposio Teológico previo al 8vo. Congreso Eucarístico Nacional, el Pbro. Dr. Ricardo Valenzuela Pérez, Sacerdote de la Arquidiócesis Primada de México, explicó, durante una conferencia, los detalles de la unidad entre la liturgia de la Palabra y la liturgia Eucarística.
Señaló principalmente que, al considerar la Iglesia como casa de la Palabra, se ha de prestar atención durante todos los oficios litúrgicos, particularmente en la Misa, porque es el ámbito privilegiado en el que Dios le habla a sus hijos y se hace presente en su vida: “habla hoy a su pueblo que escucha y responde”.
De este modo, todo acto litúrgico está por naturaleza empapado de la Sagrada Escritura y detalla las modalidades con las cuales la Palabra da alimento a las diferentes partes de la celebración Eucarística.
Por otra parte, el Pbro. Ricardo comentó que toda celebración Sacramental es un encuentro de los hijos de Dios con su Padre, en Cristo y en el Espíritu Santo.
“Las acciones litúrgicas significan lo que expresa la Palabra de Dios, a la vez la iniciativa es de Él y la respuesta es de su pueblo… la Palabra de Dios está íntimamente unida en todas las demás celebraciones de los demás Sacramentos”, mencionó el Pbro. Dr. Valenzuela.
Finalmente, el Pbro. Ricardo destacó que la Palabra de Dios leída y anunciada conduce al sacrificio de la alianza y el Banquete de la gracia; la Palabra y Eucaristía se pertenecen íntimamente: “No se puede comprender una sin la otra, ya que la Eucaristía nos ayuda a entender la Sagrada Escritura y la misma Sagrada Escritura, a su vez, ilumina y explica el misterio de la Eucaristía. De este modo, comprendemos que de aquí nace toda la Sacramentalidad de la Iglesia”, concluyó el Pbro. Dr. Valenzuela.
