Monserrat M. Cuevas
Fotografías: Víctor Esparza
Nuestra agenda, por la pandemia del COVID-19, tiene escrito en las actividades recreativas, laborales y personales un ‘Pendiente’, sabemos que debemos cuidarnos y cuidar a nuestros seres queridos.
Igualmente, las actividades religiosas de la Arquidiócesis de Guadalajara, se vieron suspendidas o modificadas, sin embargo, a pesar del momento crucial que el mundo entero está pasando, la fe y entrega de los creyentes va en aumento.
Ordenaciones, generación COVID-19
El llamado al servicio va más allá de la pandemia, principalmente cuando se trata de brindarle la mano a personas que por otras enfermedades también se encuentran en situaciones complejas.
En el marco de la fiesta de San Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, el viernes 31 de julio la Iglesia católica estuvo de manteles largos, pues el Arzobispo de Guadalajara, Cardenal José Francisco Robles Ortega, ordenó a cuatro sacerdotes Jesuitas, a quienes invitó a ser obedientes, pero principalmente, a ayudar a que los hombres sigan buscando y conociendo a Dios.

“Ayudar a los hombres de hoy a buscar a Dios, a encontrar a Dios, teniendo presente que San Ignacio fue un permanente buscador de Dios que lo encontró, y lo seguía buscando (…) En el fondo, nuestra humanidad, especialmente en las circunstancias difíciles que estamos viviendo, los hombres y mujeres de hoy quieren saber de Dios”, Card. Francisco Robles.
Él es quien llama
El Cardenal señaló que aquellos que son elegidos por Dios para continuar su obra de misericordia, son signo del infinito amor que el Padre tiene por sus hijos.
“La vida cristiana es un misterio de elección. Dios nos elige para que seamos sus hijos por el sacramento del bautismo y nos elige porque es un Padre bueno de infinita misericordia. Él nos elige porque quiere; de manera que la vida cristiana es un don, es un regalo (….). El mismo señor Jesús decía a sus apóstoles, no me han elegido ustedes a mí, yo los he elegido. La elección es primero de Dios, Él se fija en lo que quiere fijarse”.

Eduardo Anaya Sanromán, David Israel Ortiz Ruíz, Víctor Ramos Talavera y Luis Manuel Vizcaíno Guevara, fueron los valientes que dijeron ‘Sí’, a la causa de Cristo, en medio de un momento cuyuntural para el mundo entero.
La ordenación sacerdotal tuvo lugar en las instalaciones del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Occidente (ITESO), bajo los protocolos de salubridad y con la presencia de solo 20 personas.