LUIS SÁNCHEZ
Durante los últimos días de agosto, en distintos medios de comunicación, circularon pequeños
spots donde aparecía el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, hablando de los avances
dentro de los ejes o proyectos más relevantes hasta el momento durante su gobierno, entre los que destacaron:
• Pensiones para adultos mayores.
• Construcción del Aeropuerto Felipe Ángeles.
• Banco del Bienestar.
• Tren Maya.
• Guardia Nacional.
• Educación.
• Salud.
• Sector Energético (PEMEX y CFE).
Ya fuera solo en algún salón emblemático de Palacio Nacional o acompañado por funcionarios públicos, en alguno de los lugares donde se realizan las obras emblemáticas de este sexenio, el Presidente habló de todos los logros que se han tenido en la presente administración, dio cifras, datos e hizo
énfasis en que el actual gobierno no es igual a los que estuvieron en anteriores sexenios. Todo esto fue parte de la estrategia comunicacional para la presentación de su Cuarto Informe de Gobierno, que se presentó el pasado 1 de septiembre, en Palacio Nacional; al evento acudieron funcionarios del
gabinete, familiares y empresarios cercanos.
Quienes seguimos el Informe de cerca, vimos a un López Obrador acartonado y cansado, que se limitó
solo a leer los logros y cifras de beneficios que ha tenido México y sus habitantes, no solo en éste, sino
en los 4 años que van de su gestión, entre ellos, logros en educación, salud, combate a la pobreza y hasta
en materia de seguridad. La cantidad de datos que se presentaron fue abrumadora, al grado de que,
para realizar un análisis detallado, se debe mirar con detenimiento el video del Informe y pausarlo cada
que el Presidente dice alguna cifra, para corroborar su veracidad o si es solo parte de esta estrategia de
comunicación que viene gestándose desde el 2018, por ejemplo estas dos afirmaciones:
“Con datos del INEGI podemos demostrar que hemos reducido el número de homicidios en 2.82%, y en lo que va del año se estima en 10.4% la disminución. Aquí creo conveniente señalar que este delito, homicidio, aumentó con Fox durante su sexenio en 1.6%, con Calderón en 192.8% y con Peña en 59%.
“El principal distintivo del gobierno que encabezo son los programas para el bienestar, orientados a mejorar las condiciones de vida de la población; cuya prioridad, sin ninguna duda, son los pobres”.
En el tema de homicidios, es cierta la disminución en comparativa de cuando se recibió el gobierno a la fecha; sin embargo, también es cierto que los homicidios registrados en este gobierno son 0.9% más que los ocurridos durante el sexenio de Felipe Calderón…Por otro lado, un análisis del Instituto de Estudios sobre Desigualdad reveló que las personas más pobres, durante 2020, recibieron el 10% del total asignado en programas sociales, mientras que en 2018 fue de 18%; en cambio, los hogares más ricos concentraron el 7%, a diferencia de antes, que solo tenían el 2%.
Esta narrativa de presentar cifras a modo, u “otros datos”, como le dice el Presidente, ha generado una desinformación sobre lo que realmente pasa en el país y, si bien, es cierto que cada uno interpreta
las cifras como mejor le convengan, la realidad es que en materia de violencia, seguridad y economía, las cosas no pintan nada bien, aunque desde Palacio Nacional se diga hasta el cansancio que se acabó la
corrupción, que no son iguales y que México está mejor que nunca…Así llegamos al 4to Informe, con un montón de cifras y datos que dicen mucho, pero a la vez nada. Todo depende de la interpretación que se les dé, y como dicen por ahí, “del cristal con que se mire”. Lo cierto es que, para Morena, esto le beneficia rumbo a las elecciones del 2023, porque fortalece la narrativa de los candidatos de su partido, que serán electos en dos Estados que históricamente son bastiones del PRI: Coahuila y Estado de México.
Algo que hay que destacar es que, a pesar de todo, el Presidente sigue manteniendo una popularidad por encima de sus antecesores, ha logrado desactivar las problemáticas de su gobierno, antes de que se conviertan en verdaderas crisis como con los sexenios anteriores, tal es el caso de la caída de la Línea 12, la Casa Gris o la muerte de los mineros atrapados. Todo esto se debe a la estrategia que, desde hace 4
años, de lunes a viernes, se ha venido gestando desde Palacio Nacional cada mañana. Aunado a esto, el empresariado está tranquilo con el statu quo, distando mucho de aquellos que decían que AMLO nos iba a convertir en Cuba o Venezuela. La base social de apoyo del Presidente y su movimiento es muy grande en todo el país, ya controlan más de 20 gubernaturas, y la oposición no se ve por dónde logrará articularse y hacerle frente al partido oficialista.
En resumen, el 4to Informe, aún plagado de datos y cifras que son cuestionables, le beneficia al Presidente, continuando con su narrativa de que “estamos mejor”, pero ¿usted qué piensa?
Nos leemos la siguiente semana con mejores noticias y recuerda luchar, luchar siempre, pero siempre luchar, desde espacios más informados, que construyen realidades menos desiguales y pacíficas.