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MICHELLE FLETES

Pbro. Juan Balcázar Bernal y el padre David Orozco Loera,
fundador y encargado por 58 años de la Estancia del Padre Bernal

El oficio del trabajador social es un aspecto medular en el desarrollo de muchas empresas. Quienes lo ejercen cuentan con vocación de servicio, auténtico humanismo y especial sensibilidad social. Las personas que en esto se desempeñan, manejan una metodología propia, consideran procedimientos y técnicas que son necesarias ante problemáticas, demandas sociales y un acompañamiento muy especial a cada persona. Este 21 de agosto se celebra el Día del Trabajador Social, para ellos nuestra felicitación y por ellos el tema semanal que abordaremos.
El Pbro. Francisco Javier Huerta Orozco; Capellán de Nuestra Señora de Belén y San Miguel Arcángel, compartió la vida y obra de uno de los pioneros del trabajo social en Jalisco: Juan Balcázar Bernal, sacerdote, mejor conocido como el Padre Bernal, quien se consagró a la atención de los enfermos.
PADRE BERNAL ESTRECHÓ LAZOS CON LOS ENFERMOS
Originario de Amatlán de Cañas, Nayarit, inició sus estudios en el Seminario Diocesano de Guadalajara y los concluyó en Bilbao, España donde recibió la ordenación sacerdotal. De regreso a México se integró al presbiterio de Guadalajara, desempeñando su ministerio sacerdotal en diferentes parroquias hasta que en 1934 fue asignado al templo de Belén del Hospital Civil Fray Antonio Alcalde. Ahí tuvo un contacto muy cercano con los enfermos del hospital, pronto estrechó su relación con ellos y se entregó al cuidado de los más necesitados, de forma especial de aquellos que estaban afectados por la enfermedad de Hansen (lepra). Su generosa dedicación motivó que la sociedad jalisciense le diera el título de “Apóstol de los leprosos”.

Luego de estar un tiempo asignado en la parroquia de San Sebastián de Analco, sin dejar de atender a los enfermos, regresó a la capellanía del Antiguo Hospital Civil de Guadalajara donde hasta su muerte atendió física y espiritualmente a los aquejados por el mal de Hansen.
SURGE EL LAZARETO
En 1942 solicitó apoyo al Antiguo Hospital Civil de Guadalajara para abrir un espacio donde se atendiera a los pacientes con lepra. Este lazareto funcionó por más de dos décadas, desde 1942 hasta 1966, año en que falleció el Padre Juan Bernal. (Se le llamaba lazareto, por Lázaro, el amigo de Jesús que murió y a quien resucitó).
La isla veneciana Santa María de Nazareth, fue la primera localidad afectada por la cuarentena. El nombre del patrón de los leprosos, San Lázaro, influyó para que a partir de ese acontecimiento se le llamara a la isla lazzaretto. Así las cosas a los hospitales de aislamiento, se les denominó lazaretos por tener en ellos a personas con enfermedades contagiosas o sospechosas de tenerlas, de acuerdo a datos compartidos de la Real Academia Española.
El lazareto del Hospital Civil de Guadalajara se trasladó el 28 de diciembre 1966 (tiempo después de la muerte del Pbro. Bernal) a Santa María Tequepexpan, municipio de Tlaquepaque y fue bautizado con el nombre “Estancia del Padre Bernal”, donde actualmente es un asilo para ancianos.

EL PADRE BERNAL Y EL TRABAJO SOCIAL
De 1942 a 1966 funcionó en el extremo norte del cementerio de Santa Paula de Guadalajara, por la calle de Belén, un lazareto, que en sus inicios solo tenía tres salones sin techar, tres con techo hundido y tres en pésimas condiciones con un antiguo corredor de arquería al entrar, todo en ruinas; donde se aislaba a los enfermos del mal de Hansen y de tuberculosis que arribaban al Hospital Civil y solicitaban una cama, pero no podían compartir la sala de los demás enfermos.

Agregaba la oración constante llamando al auxilio del alma de Fray Antonio Alcalde. Abrió la Caja de ahorros y préstamos a favor de los estudiantes de medicina y de los empleados del hospital. Fundó el Banco de Sangre en bien de los pobres enfermos. Con la cooperación de la torera Conchita Cintrón, compró el aparato para rayos X del Hospital Civil.

Favoreció a la llegada de las hermanas Josefinas y con la presencia de las religiosas se imponía la necesidad de un Oratorio para ellas. Esto hizo que el templo de Belén, clausurado por catorce años, convertido en bodega de inmundicias y semidestruido, volviera a ocuparse como oratorio de las religiosas; se imponía también la necesidad de un departamento con clausura para las Religiosas; fue entonces cuando mejoró y reconstruyó tanto la Casa de las Hermanas y el templo de Belén que estaba prácticamente destruido.
En 1962, el padre Bernal sufría la enfermedad que lo llevaría a la tumba y menguaba su capacidad, entonces, informó al Arzobispo que el número de enfermos atendidos en ese lugar era de trescientos. Ese año le fue asignado un asistente, el joven presbítero David Orozco Loera, quien tomó de la estafeta del leprosario (hoy asilo) hasta su muerte, en junio del 2020.

Destacado Trabajo Social en el Fray Antonio Alcalde

Marisela Garnica Ornelas Jefa del Departamento de Trabajo Social Hospital Civil de Guadalajara Fray Antonio Alcalde, compartió la historia del mismo que está integrado por 130 personas y recordó a la precursora del trabajo social en el estado, la ilustre, maestra lrene Robledo García, miembro fundador en 1925 de la Universidad de Guadalajara y fundadora en 1953 de la escuela de Trabajo Social en la misma casa de estudios.
Señaló que fue en 1973 cuando la carrera de trabajo social tuvo el nivel de licenciatura. El lema de Irene Robledo era “Por una humanidad más humana”.
INICIA TRABAJO SOCIAL PARA ATENDER DIVERSAS PROBLEMÁTICAS
En 1958 el Dr. Palemón Rodríguez Gómez, Director del Antiguo Hospital Civil de Guadalajara otorgó el primer nombramiento a la maestra y trabajadora social, Lucila Fuentes Rodríguez, con dos asistentes, iniciando así el Trabajo Social en el Hospital Civil de Guadalajara.
El objetivo era otorgar atención inmediata a los problemas sociales y económicos de los enfermos, así como gestionar cuotas de recuperación de acuerdo a las posibilidades económicas del paciente y su familia. Reconociendo a la maestra Fuentes como la fundadora del Departamento de Trabajo Social de esta institución por hoy benemérita del estado de Jalisco.
En 1970 inició la Jefatura de Trabajo Social con la profesora y Trabajadora Social Esther Vargas Pérez; elaborando el Primer Plan de Trabajo.
UN LEGADO QUE CONTINUA
Aun en momentos críticos de salud pública que enfrentó todo el personal de salud por la pandemia de Covid-19, Trabajo Social no fue la excepción, alentados por el compromiso institucional y desempeño profesional, acompañaron a los pacientes durante la pandemia, apoyándolos junto con sus familiares.
La Lic. Marisela Garnica compartió que las 130 trabajadoras sociales del Hospital Civil cada semana atienden a 4 mil 600 personas, lo equivalente a 18 mil 400 por mes, además agregó que una de sus principales funciones es realizar la entrevista social aunado al estudio socio económico: “nos permite conocer todas las necesidades del paciente ya que nuestra principal función es apoyarlo económicamente ante las necesidades que presente por salud”, a su vez señaló que cuando no se tienen los recursos o insumos suficientes para la atención necesaria es cuando realizan gestiones sociales.
“Hacemos una intervención en solicitar apoyo a diferentes organizaciones no gubernamentales, asociaciones civiles, al DIF, CARITAS, para buscar ayuda económica o apoyo en especie, dependiendo el caso; también hay necesidades que llegan a ser diferentes ya que a veces hay pacientes en situación de calle o abandono, entonces debemos gestionar espacios de albergue para que no regresen a esa condición y estén atendidos”.

Los valores que destacan del Trabajo Social son: el humanismo, su vocación al servicio, el respeto a la dignidad humana y a la vida, autodeterminación, el compromiso social, la justicia social, equidad, solidaridad, tolerancia, integridad, honestidad, lealtad, calidad y calidez, así como seguridad, entre otros.

La Jefa del Departamento de Trabajo Social compartió que: “ser trabajadora social no es trabajo, sino una misión que realizo con gusto al servir, ayudar, cuidar, acompañar y solidarizarme con el dolor humano al atender al prójimo.

@arquimedios_gdl

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