Una vez que ha dejado en claro el asunto de lo «puro» y de lo «impuro», Jesús se retira por un tiempo a tierra de paganos, a fin de poder descansar y dedicarse así, más directa y explícitamente, a la formación de sus discípulos.
"En la Iglesia tenemos urgente necesidad de una comunicación que inflame los corazones, sea bálsamo en las heridas e ilumine el camino de nuestros hermanos y hermanas"