Michelle Fletes
Candelario Santiago Dueñas, de 93 años de edad, y María de la Luz Castro Barajas, de 89 años, celebraron el 23 de septiembre 70 años de matrimonio; los esposos, provenientes de Guachinango, Jalisco, se casaron en la Parroquia de Sta. María de la Purificación del mismo municipio, el 21 de septiembre de 1953.
La celebración Eucarística se llevó a cabo en la Parroquia de Santa Elena de la Cruz, donde el Obispo Auxiliar Juan Manuel Muñoz Curiel presidió y concelebraron el Sr. Cura Eduardo Aguirre Solís, de la misma Parroquia; y el Sr. Cura Carlos Javier Díaz Vega, de la Parroquia de San Francisco Javier de las Colinas.
Don Candelario era un campesino y peluquero en el pueblo de Guachinango, donde conoció a su esposa doña Mari, quien desde su matrimonio se dedicó al hogar; cuando Doña Mari tenía 19 años de edad, aceptó casarse con don Cande, que en aquel entonces tenía 23 años; tiempo después se mudaron a Guadalajara y el Sr. Cande continuó con la peluquería en la colonia de Santa Elena Estadio, ahora jubilado, trabajó muchos años por lo que se hizo muy conocido por los vecinos.
Son padres de 9 hijos, de los cuales 3 ya no se encuentran en este plano terrenal; a su vez son abuelos de 15
nietos y bisabuelos de 18 bisnietos. Los seis hijos se dieron cita para conmemorar el aniversario matrimonial de sus progenitores.
El matrimonió mencionó que la clave para durar muchos años juntos es principalmente el amor y compartieron un mensaje para los matrimonios jóvenes: “Claro que es difícil sobrellevar el matrimonio, pero hay que estar con Dios… Él nos dio licencia de poder sobrellevarlo”, comentó doña Mari y don Cande agregó: “Cuiden sus matrimonios bien y no se peleen, porque es ahí donde ya se quieren alejar uno del otro y no debe ser así”.
El Sr. Obispo señaló que el día que la pareja recibió el sacramento del Matrimonio también recibió un llamado a santificarse el uno al otro como esposos, a formar la Iglesia doméstica, con la delicadeza de transmitir la fe a sus hijos, de enseñarles a amar a Dios.
Monseñor Juan Manuel les compartió a los esposos el pensamiento del actual Papa, en relación al matrimonio: “destacando que los matrimonios constituyen la gran mayoría de los fieles y algunos son pilares en las Parroquias, guardianes de la vida y de ellos nacen las vocaciones del sacerdocio y a la vida consagrada, y son las familias las que componen el tejido de la sociedad y remiendan sus desgarros con paciencia y sacrificios; por ello, es un deber y justicia para la Iglesia, como madre, dedicar tiempo y energías a preparar y acompañar a quienes el Señor llama a una misión tan grande e importante como lo es formar una familia, es un don y una tarea… ustedes nos están enseñando que es posible amar, es posible vivir en fidelidad y superar retos”.
Los Sacerdotes concelebrantes expresaron su felicidad y reconocimiento a la pareja, por no despreciar el sacramento del Matrimonio, por el amor que con el paso de los años fueron consolidando. Resaltaron que era un privilegio muy especial para cada uno estar presentes.
