En el contexto del Año de San José, proclamado por el Papa Francisco, la Animación Bíblica de la Pastoral ha preparado a nivel diocesano, la tradicional Semana Bíblica que se celebra año con año durante el mes de septiembre en las parroquias. Este año los temas giran en torno a este notable y noble personaje, padre adoptivo de Jesús. Durante las próximas semanas, en nuestra edición, iremos presentando extractos de los temas contenidos en el subsidio correspondiente.
1.- PRIMER TEMA: “LA VIDA DE SAN JOSE”.
a) Fuentes
Las principales fuentes de información acerca de la vida de San José
son los primeros capítulos de nuestros primer y tercer Evangelios;
estas también son prácticamente las únicas fuentes confiables.
La literatura apócrifa está llena de detalles, sin embargo, la no
admisión de dichos trabajos dentro del Cuerpo del Canon de las
Sagradas Escrituras lanza una fuerte sospecha sobre sus contenidos.
b) Genealogía
San Mateo (1,16) llama a San José como el hijo de Jacob, de acuerdo
con San Lucas (3,23), Elí fue su padre. Los escritores más modernos
admiten prestamente que en ambos documentos poseemos la
genealogía de José, y que es bastante factible conciliar ambos datos.
c) Residencia
En todo caso, Belén, la ciudad de David y sus descendientes,
aparenta haber sido el lugar de nacimiento de José. Cuando, la
historia del Evangelio comienza, unos pocos meses antes de la
Anunciación, José era situado en Nazaret. ¿Cuándo y por qué él
abandonó su tierra natal para radicarse por sí mismo en Galilea? no
ha sido averiguado.
San José, por cierto, fue un tekton, como podemos aprender en Mt
13,55, y Mc 6,3. La palabra significa tanto mecánico en general como
carpintero en particular; la tradición ha aceptado esta interpretación.
d) Matrimonio
Es probablemente Nazaret donde José se comprometió y desposó a
aquella que sería la Madre de Dios. ¿Cuándo el matrimonio tuvo
lugar, si antes o después de la Encarnación? no es materia fácil de
establecer. La mayoría de los intérpretes modernos, siguiendo las
huellas de Santo Tomás, entienden que, para la época de la
Anunciación, la Santísima Virgen estaba solamente comprometida
con José.
e) La Encarnación
Este matrimonio, verdadero y completo, estaba pensado, en la
intención de los esposos, para ser un matrimonio virginal. Pero
pronto, la fe de José en su esposa iba a ser dolorosamente probada:
ella iba a tener un hijo.
“El ángel del Señor se le apareció en sueños, diciendo: José,
hijo de David, no temas recibir a María como esposa, ya que lo
que ha sido concebido en ella, es obra del Espíritu Santo. Y
José, levantándose de su sueño, hizo tal como el ángel del
Señor le encomendó y la tomó por esposa” (Mt 1,19-20.24).
f) El nacimiento y la huida a Egipto
Unos pocos meses más tarde, llegó el tiempo para José y María de ir
a Belén, para ser censados: una nueva fuente de angustia para José,
puesto que “sus días se habían cumplido, ella debía ser asistida para
el parto”, y “no había lugar para ellos en la posada (Lc 2,1-7).
“¿Cuáles han sido los pensamientos de este santo varón en el
nacimiento del Salvador? San Lucas únicamente dice que él estaba
“admirado de las cosas que se hablaban de Él” (2,33). Nuevas
pruebas seguirían pronto. Las noticias de que un rey de los judíos
había nacido bastó para encender en el malvado corazón del viejo y
sangriento tirano, Herodes. Nuevamente, “un ángel del Señor se
apareció en sueños a José, diciendo: Levántate, y toma al niño y a su
madre, y huye a Egipto, y permanece allí hasta que te sea avisado”
(Mt 2,13).
g) Regreso a Nazaret
La indicación para regresar a Palestina llegó recién después de unos
pocos años, y la Sagrada Familia se estableció nuevamente en
Nazaret. La vida de San José es, de aquí en adelante, la simple y
apacible vida de un humilde judío, que se mantenía a sí mismo y a su
familia con su trabajo.
El único incidente digno de mención, recogido en los Evangelios, es la
pérdida y angustiosa búsqueda de Jesús, de entonces doce años de
edad (Lc 2, 42-51).
h) Muerte
Esto es lo último que escuchamos acerca de San José en las
Sagradas Escrituras, y bien podemos suponer que el padre adoptivo
de Jesús falleció antes del comienzo de la vida pública del Salvador.
En varias circunstancias, por cierto, los Evangelios nos hablan de la
madre y hermanos (Mt 12,46; Mc 3,31; Lc 8,19; Jn 7,3), pero nunca
hablan acerca de su padre en conexión con el resto de la familia,
solamente nos cuentan que Nuestro Señor, durante su vida pública
fue indicado como el hijo de José (Jn 1,45; 6,42; Lc 4,22) el
carpintero (Mt 13,55).
- Consulte el texto íntegro en el subsidio de la Semana Bíblica, disponible en las Librerías del Arzobispado.