“Una comunidad que recibe a los migrantes como hermanos”
ALEJANDRA LOZANO SALDAÑA
Ubicada en el Cerro del Cuatro, se encuentra la Parroquia de Nuestra Señora del Refugio, la cual fue erigida el 4 de julio de 1992 y forma parte del decanato de Miravalle, el cual pertenece a la vicaría de Nuestra Señora de Lourdes. “Es una comunidad fervorosa, mariana y eucarística”, así es como el señor Cura Alberto Ruiz Pérez describe a la parroquia que acompañado por más de 15 años.
“En su origen fue una capellanía que atendió Monseñor Rafael Uribe, desde hace más de 50 años, cuando aún era seminarista. Posteriormente, muchos años después, regresó como capellán. El terreno fue donado por una señora que tenía devoción a la Virgen del Refugio, por eso se tomó esta advocación mariana como patrona de la comunidad”.
Las primeras personas en comenzar con el trabajo de catequesis, fueron la catequista Miss Cuca en colaboración con las religiosas del Sagrado Corazón que venían del Colegio Matel. “Ellas fueron las primeras que se encargaron de la pastoral aquí en la catequesis, junto con un grupo de seminaristas que también venían”, refiere el señor Cura.
LA IMPORTANTE LABOR SOCIAL
La comunidad de Nuestra Señora del Refugio se ha caracterizado por brindar apoyo a quienes más lo necesitan, y esto es gracias al trabajo pastoral que en un inicio realizó Monseñor Rafael Uribe, quien además fuera, por muchos años, encargado de la Comisión
Diocesana de Arte Sacro de la Arquidiócesis de Guadalajara, y que dejó como legado a la comunidad, y al presbítero que fuera su pupilo y sucesor, el hoy señor Cura Alberto Ruiz.
Entre las labores sociales, la parroquia cuenta con una mutual para difuntos, la cual tiene casi treinta años funcionando, y la aportación consiste en $40.00 por persona una vez al año, teniendo una cobertura amplia; desde la compra del féretro, el servicio velatorio y apoyo espiritual.
El comedor parroquial tiene 35 años funcionando y está enfocado principalmente a ancianos e infantes; actualmente, por la pandemia, solo se puede atender a 120 personas. El servicio es de lunes a sábado.
“Además, gracias a los apoyos externos e internos que recibimos, podemos repartir algunas despensas. Hemos llegado a entregar 400 despensas por mes”, asegura el Padre Alberto.
FIESTAS PATRONALES
Desde el año pasado la mayoría de las parroquias han adaptado la celebración de sus estas patronales, les, y la comunidad de Nuestra Señora del Refugio no es la excepción. La esta se celebra el 4 de julio y se prepara con un novenario; este año celebraron con mañanitas, música de mariachi y celebraciones Eucarísticas con sacerdotes invitados.
“Es curioso, nuestras estas patronales terminan el 4 de julio, y ese día es la Independencia de Estados Unidos”, señala el señor Cura, haciendo alusión a los migrantes que llegan en busca de refugio para continuar su paso al vecino país del norte.
Este año ofrecieron preparación espiritual, tuvieron celebración colectiva de matrimonios, y confirmaciones, las cuales fueron celebradas por el Vicario Episcopal, Pbro. Jaime García Sánchez.
EVANGELIZACIÓN EN TIEMPOS DE COVID
Aunque dentro del templo parroquial se han seguido los protocolos que marcan las autoridades con filtros sanitarios y el distanciamiento en las celebraciones, los feligreses, en sus otros ambientes, no se han escapado de contagiarse del virus.
“La catequesis en este momento está suspendida, pues lamentablemente tuvimos el deceso de una catequista que era del Equipo Coordinador Básico, y lamentablemente, hemos tenido mínimo un fallecimiento por día; incluso han sido hasta tres dentro de la comunidad”.
Al ser una población mayormente de la tercera edad, el grupo de la Adoración Nocturna, ha tenido que adaptar su velada hasta las doce de la noche, ya que la conforman personas mayores y niños.
Las reuniones con el equipo básico se hacen de manera programada, poca gente, respetando la distancia y las medidas sanitarias.
Durante las celebraciones Eucarísticas, el grupo de liturgia apoya al ingreso de los eles al tomar la temperatura y colocar el gel antibacterial, teniendo un aforo máximo de 150 personas por Misa los domingos y entre semana de alrededor de 40 personas
A las 7 de la tarde, los domingos en la capilla de Nuestra Señora de Guadalupe, se lleva a cabo una Misa, en la cual, en ocasiones, concelebran dos misioneros, uno de ellos es el Pbro. José Juan Cervantes, de la congregación de los Misioneros de San Carlos (scalabrinianos) y el otro es el Pbro. Rodrigo, de la congregación de Sagrados Corazones de Jesús y María.
Ese momento es aprovechado por el Padre Ruiz Pérez para confesar a quien lo solicite.
Pese a que la zona es catalogada como conflictiva y marcada por la delincuencia, el Padre Alberto reconoce que también es una comunidad muy solidaria y unida. “Uno de nuestros mayores conflictos es la inseguridad, pues no tenemos patrullajes municipales ni estatales, pero eso no es un impedimento para seguir trabajando unidos; incluso, la comunidad recibe como hermanos a los migrantes, como lo somos realmente”, concluyó alegre
Parroquia Nuestra Señora del Refugio
Dirección: Constitución 325, Col. Cerro Del Cuatro, Tlaquepaque.
Teléfono: (33) 36 70 23 46
Horario de Notaría: Lunes a viernes de 4:00 a 7:00 p.m.
Misas: Lunes a viernes: 8:00 a.m – Por la tarde en las capillas, sin horario y día fijo.
Domingo: 8:00 – 10:00 – 12:00 – 19:30 –20:00 horas.
Capillas:
*San Felipe de Jesús.
*Ntra. Sra. De Guadalupe.
*Se está construyendo una tercera capilla en la parte más alta de la parroquia, dedicada a Jesús de Nazareth.
Grupos Parroquiales
• Coros
• Liturgia
• Grupo Coordinador Básico
• Adoración Nocturna (adulta e infantil)
• Grupo de jóvenes y adolescentes
• Soldados de Cristo (programa pastoral para personas con problemas de adicción)
• Mutual de difuntos
• Atención a enfermos y personas solas y/o abandonadas
• Comedor parroquial
• Entrega de despensas mensuales
• Cáritas
Un encuentro que dio frutos
Nacido en la zona de Tonalá, pasó la mayor parte de su infancia en el Estado de Sonora. El Padre Alberto relata que desde niño quiso entrar al Seminario, pero su padre le dijo, “cuando tengas un título de profesión, de lo que quieras, y me lo entregues, te vas al Seminario”.
Ingresó a la Universidad de Guadalajara, a la carrera de Arquitectura, y fue ahí donde tuvo su primer encuentro con Monseñor Rafael Uribe, hoy de feliz memoria, en 1988, pues le asignaron los diseños de varios templos.
Conforme pasaron los años, el entonces joven universitario, seguía firme en su convicción de ingresar al Seminario, y cuando Monseñor Uribe se enteró de que por fin había ingresado, se trasladó hasta Tapalpa para felicitarlo e invitarlo a formar parte de la Comisión Diocesana de Arte Sacro, la cual era presidida por él. Así comenzó la amistad entre ellos, la
cual trajo consigo el legado de trabajo pastoral hacia los más necesitados.
La arquitectura del templo
Es una construcción diseñada de manera circular. La planta arquitectónica es un círculo, tomando el estilo bizantino, con el altar separado según la reforma del Concilio Vaticano Segundo, con la parte central de la nave, una capilla del Santísimo a espaldas de donde queda el presbiterio. Teniendo
una capacidad para 500 personas, aproximadamente, muy iluminado y ventilado.