Sergio Estrada
Con la mente y el corazón abiertos, se llevo a cabo el primer Encuentro Eclesial a nivel nacional por parte de la Conferencia del Episcopado Mexicano, donde se analizaron y se dio respuesta a problemáticas eclesiales y sociales que vive nuestro país, en base a acciones comprometidas con la Iglesia y la sociedad.

Con el carácter eclesial del encuentro: de la colegialidad a la eclesialidad para llegar a la sinodalidad se llegó al objetivo: buscar caminos de sinodalidad, para responder como hermanos a los grandes desafíos emergentes de nuestra realidad eclesial y nacional a la que estamos llamados a iluminar desde nuestra fe cristiana.
Mons. Jaime Calderón, señaló que para alcanzar los objetivos del Primer Encuentro Eclesial se realizó un plan serio y calificado en base al Proyecto Global de Pastoral (PGP) y, en referencia a los 500 años de la aparición de la Virgen de Guadalupe y los 500 años de la redención con la participación de 906 personas invitadas entre: obispos, sacerdotes, diáconos, seminaristas, religiosos, religiosas y laicos.
Nuevos caminos
En la primera revisión del encuentro se llevo a cabo un objetivo en tres bloques: buscar nuevos caminos de sinodalidad a través del encuentro, diálogo y escucha respondiendo a los grandes desafíos de nuestra realidad y la dinámica que se gesta desde las parroquias y comunidades y provincias.
Inspirados en el PGP, se llegó a 14 conclusiones, pero con la consigna de que se realizará una asamblea posterior para mejorar estos puntos de caminos de discernimiento comunitario: Ser una Iglesia que anuncie y construya la dignidad humana para apoyar a los hermanos desempleados se eligió desarrollar las capacidades de autosustentabilidad.
Se seguirá atendiendo a quienes pasan por etapas de depresión, estrés y ansiedad y se propuso la integración de grupos de profesionistas para atenderlos. Ser una Iglesia comprometida con la paz y las causas sociales y la acción nacional en la construcción de la paz desde las familias. Se quiere seguir acogiendo a los hermanos migrantes implementando más acciones en las zonas con flujo migratorio.
Apoyar a los hermanos más pobres creando una nueva cultura de ayuda al necesitado. Ser una Iglesia-pueblo en el camino de seguir promoviendo la participación ciudadana con católicos formados en la Doctrina Social de la Iglesia y seguir abriendo espacios para esta Iglesia-pueblo, una Iglesia incluyente y la acción es generar espacios de encuentro y escucha.
Los obispos enfatizaron que se dará continuidad como Iglesia misionera y evangelizadora para atender a los hermanos enfermos con una pastoral que capacite personas con corazón misericordioso que sean capaces de acercarse a los enfermos. “Seguir acercándonos a nuestros hermanos que vivan en las periferias geográficas y coexistenciales y la acción consiste en llevar el anuncio evangelizador”.
Además acordaron ser una Iglesia compasiva y testigo, acompañando a quienes sufren un duelo. Acompañar a los grupos vulnerables, ayudar a los adolecentes y jóvenes en su desarrollo integral y atender a jóvenes en situaciones de riesgo.