PBRO. EDUARDO MICHEL FLORES
En cierta ocasión, un señor me preguntó al terminar su confesión: “Padre, ¿cuánto tiempo dura el efecto de la confesión?”, yo le contesté: “¿Por qué me pregunta eso?”, él me dijo: “Es que voy a ser padrino a fin de mes y quisiera saber si el efecto de esta confesión me dura hasta entonces o me tengo que confesar otra vez”.
Entonces yo le respondí: “El efecto principal de la confesión es la reconciliación con Dios, es decir, volver a la amistad con Él, alcanzando nuevamente la dignidad de Hijo de Dios. Esto se logra porque se recupera la gracia perdida por el pecado grave. Dicho esto, hay que añadir que la confesión no es como un medicamento o un tratamiento médico, cuyos efectos tienen duración, dependiendo del medicamento sólo por unas horas, por unos días, o por unas semanas; el efecto de la confesión dura hasta que se pierda la gracia por un pecado grave, y eso, tristemente puede suceder apenas unos minutos después de haberse confesado, o pueden pasar meses sin cometer un pecado grave, por tanto, el efecto que nos alcanza este sacramento, la reconciliación con Dios, es muy variado, eso dependerá de cada persona y de la seriedad con la que tome este sacramento, y si el sacramento es el inicio de un camino de conversión, dependerá también del esfuerzo que la persona haga por mantenerse en gracia”.
El efecto del sacramento de la Confesión en un cristiano es variable y depende de la disposición y de la fe de la persona, así como de su compromiso para enmendar su vida y seguir los principios del Evangelio. El sacramento de la Confesión, también conocido como sacramento de la Reconciliación o Penitencia, tiene el propósito de proporcionar a quien se confiesa el perdón y la reconciliación con Dios.
Cuando un cristiano se confiesa sinceramente de sus pecados ante un sacerdote y expresa un sincero arrepentimiento, el sacramento de la confesión otorga el perdón divino y la gracia de Dios, permitiendo al creyente comenzar de nuevo con un corazón renovado.
El efecto de la confesión puede ser inmediato en términos de recibir el perdón divino y experimentar un alivio espiritual. Sin embargo, el impacto a largo plazo dependerá de cómo el individuo integre el sacramento en su vida diaria. Si una persona se arrepiente verdaderamente y busca vivir una vida en conformidad con los principios del Evangelio, el efecto de la confesión puede ser transformador y duradero.
El sacramento de la Confesión no sólo proporciona el perdón, sino también la fortaleza espiritual para resistir futuras tentaciones y mantener una relación saludable con Dios.
En este sentido, el efecto del sacramento de la Confesión puede perdurar en la vida de un cristiano siempre y cuando mantenga un compromiso constante con el arrepentimiento y la búsqueda de una vida de santidad. A veces las personas buscan confesarse sólo porque van a ser padrinos de un sacramento, esa no es una razón suficiente para confesarse, quien se confiesa así lo hace únicamente como mero trámite para poder comulgar en una Misa, para salir en la foto o en un video, pero no por sincero arrepentimiento y menos con propósito de enmienda, por eso el efecto de la confesión dura tan poco, porque no hay verdadera contrición, ni propósito de corrección.
Una razón suficiente para confesarse es haber ofendido gravemente a Dios, sentirse mal por ello y estar sinceramente arrepentido. La confesión así practicada se convierte en fuente de alegría y paz, por el perdón recibido de Dios, y se vive como el inicio de un sincero proceso de conversión que lleva a dejarse moldear por el Espíritu Santo y cambiar poco a poco la existencia, siguiendo el ejemplo de Jesús.
Dios los bendiga.
Nos leemos la próxima semana.
