
Pbro. Eduardo Michel Flores
Una vez una señora me preguntó: “Padre, ¿puedo traer mi mascota al templo?”, yo le respondí: “¿Por qué tiene esa inquietud?”, ella me dijo: “Es que actualmente hay muchos lugares donde aceptan a las mascotas, restaurantes, cafés, supermercados, centros comerciales, hoteles; incluso en los aviones, ya permiten viajar a las mascotas junto a sus dueños en el mismo espacio de los pasajeros, por eso pensé que también la Iglesia ya aceptaba a las mascotas en los templos, pero se lo comenté a una amiga que es muy asidua a la Iglesia y me dijo que la Iglesia no aceptaba a las mascotas en el templo. Le pregunté que cuál era la razón y ella me recomendó preguntarle a un Sacerdote, por eso estoy aquí”.
Yo le respondí: “La Iglesia enseña que Dios está presente en todas partes, pero de una manera singular en los templos, especialmente en el Sagrario, donde se guarda el Santísimo Sacramento, presencia real de Jesucristo en la Eucaristía. Por lo tanto, los templos son considerados como lugares donde se encuentra la presencia viva y real de Dios, y por ello se les debe tratar con reverencia y respeto, son espacios destinados al culto y a la oración. Los fieles acuden a los templos para adorar a Dios, participar en la Misa, recibir los sacramentos, orar y meditar sobre su fe. El respeto hacia el templo es una expresión de reverencia hacia la presencia divina y la liturgia que se realiza en su interior. Los templos son espacios sagrados para adorar a Dios y celebrar la fe, lugares en los que se imparte la enseñanza de la Iglesia, donde se celebran los sacramentos como el Bautismo, la Confirmación, el Matrimonio y otros ritos sagrados que son fundamentales para la vida espiritual de los creyentes”.
“El respeto hacia el templo favorece la solemnidad y el sentido sagrado de los actos litúrgicos. Los templos son lugares donde los creyentes se reúnen para participar en la liturgia, compartir la fe y fortalecer sus lazos como comunidad. El respeto al templo es una expresión de fe. Por todo ello, se entiende que los templos son un espacio para que las personas se encuentren con Dios, no son lugares pensados para los animales”.
Para mostrar respeto por un templo, es importante evitar ciertos comportamientos o actitudes que puedan desvirtuar la naturaleza sagrada y el propósito del templo. Aquí hay algunas pautas generales que los fieles deben seguir para manifestar respeto en un templo: Evitar hablar en voz alta dentro del templo, para mantener un ambiente propicio para la oración y la reflexión. Vestir de manera adecuada y respetuosa, evitando ropa inapropiada o demasiado casual que pueda distraer o resultar ofensiva.
Evitar comer o beber en el templo, ya que es un lugar de oración y no un espacio para consumir alimentos. Apagar o silenciar el teléfono celular para evitar distracciones y mantener la concentración en el culto y la oración.
Tener un comportamiento adecuado durante la celebración, acercarse con reverencia a recibir la Comunión. Evitar traer puesto sombrero o gorra. No maltratar, raspar o dañar el mobiliario, las imágenes, esculturas, pinturas, o cualquier otra representación religiosa presentes.
Evitar llevar mascotas al templo, porque es un espacio para el encuentro de las personas con Dios, los animales requieren de áreas especiales para pasear, como un parque o un jardín. Es fundamental recordar que el respeto que se tenga al templo refleja la fe y el amor a Dios.
Dios los bendiga.
Nos leemos la próxima semana.