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Pbro. Armando González Escoto

La afectación mental que ha provocado la pandemia del COVID-19, juega parejas con la crisis económica y la sanitaria, y ha sido aprovechada por tendencias sociales que ya desde tiempo atrás venían operando en el planeta, de manera particular la llamada “derecha” y aún más, la “extrema derecha”.

Paradójicamente, los movimientos de derecha dentro de la Iglesia han sido financiados, con mucha frecuencia, por los enemigos más acérrimos de la misma Iglesia, que buscan de esta manera introducir la división y el contraste. Para ello se requiere identificar y atraer a personas que tengan un particular perfil, un tipo de mentalidad, incluso una especial debilidad mental, unida a una imaginación febril y catastrofista, con especial inclinación a lo fantasioso, a lo popularmente llamado apocalíptico, adeptos incurables a la sospecha, a la creencia en las tramas ocultas, muy decididos a buscar con delirio el martirio, si con ello logran la aniquilación definitiva de los malvados.

Son personas que tienden también a creer muy fácilmente en revelaciones sobrenaturales del más variado contenido, sobre todo aquellas en que personajes celestiales anuncian castigos inminentes o el inmediato fin del mundo. En esta complicada realidad tan manipulada por los poderes terrenales, llegan incluso a creer en verdaderas fábulas que les hacen desconocer a las autoridades eclesiásticas, y aún al mismo Sumo Pontífice; se organizan y operan al margen de las iglesias diocesanas y de sus proyectos pastorales, pues sospechan que todo aquel que no esté con ellos es un infiltrado, un enemigo al que se debe vencer.

Hoy día las redes sociales se prestan para dar espacio y voz a todas estas personas y grupos cuyo deporte consiste en subir y reenviar cuanto mensaje reciben, siempre y cuando vaya acorde a sus planteamientos, y así aparecen sacerdotes, religiosas y monjas, cuya verdadera identidad se desconoce, afirmando que todo aquel que se vacune contra el COVID-19, “recibirá la señal de la bestia”, o que esta vacuna es la diabólica forma de dar a los poderosos de este planeta el poder sobre sus conciencias y sobre sus vidas, que ya la Virgen previno a tal o cual vidente sobre esta conjura mundial contra los buenos, y cosas por el estilo. ¿Y por qué no dicen lo mismo de todas las demás vacunas? Pues porque las demás vacunas no están de moda.

Entre estos grupos y la comunidad cristiana sana, existe un grupo intermedio de personas susceptibles que creen cuanto mensaje les llega, y de inmediato lo reenvían con la mayor irresponsabilidad, sin preguntarse siquiera si lo que han visto es o pueda ser cierto, ni mucho menos cual es el origen de tales mensajes o los intereses ocultos que se hallan atrás de todos estos movimientos, que en Guadalajara tienen sus representantes e infestan habitualmente páginas de Internet o grupos de WhatsApp que en principio parecían respetables.

No dejemos que esta esquizofrenia interesada nos contagie, seamos responsables con lo que recibimos y sobre todo con lo que reenviamos.

armando.gon@univa.mx

@arquimedios_gdl

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