Pbro. José Marcos Castellón Pérez
Evgeny Afineevsky, director cinematográfico judeo – norteamericano de origen soviético, estrenó apenas unas semanas el documental llamado “Francesco”, en el marco del Festival de Cine de Roma. Este filme está dedicado, según el mismo Afineevsky, al Papa argentino y a la humanidad, que está creando y sufriendo desastres: el desequilibrio ecológico, las guerras, el drama de la migración y de los abusos sexuales, etc. El Papa Francisco es una voz en este mundo desértico que se acerca a la línea roja, piensa el afamado cineasta, una voz que, además de llamar a la conciencia ética planetaria, genera una profunda esperanza.
El documental se realizó a base de las cinco entrevistas que el director Afinnevsky tuvo con el Papa, así como el material que recogió de diversas entrevistas que el Papa Bergoglio había concedido a otros Medios, entre ellos a la empresa mexicana Televisa. No se trata de un documental que pretende mostrar al Papa como el Sumo Pontífice o Vicario de Cristo en la tierra o como un filme de temática religiosa, sino el de un documento del pensamiento de Francisco, del hombre que ha fungido como un líder mundial, que está en el frente de batalla inspirando a todos, interesado por la vida humana y la unidad fraterna de un mismo género humano.
El liderazgo del Papa Bergoglio, considera Afinnevsky, radica en su personalidad humilde que es capaz de pedir perdón cuando se equivoca, como a los chilenos por no haber creído en el encubrimiento de Obispos a curas pederastas o a la mujer que golpeó en la mano cuando le jaló para saludarlo. Afinnevsky es migrante, estuvo en la frontera de nuestro país y sufrió lo que muchos migrantes padecen, por eso le llama mucho la atención la defensa del Papa a los migrantes, hasta parecerle uno de los temas fundamentales del humanismo bergogliano.
Desde esta óptica, el director coloca el asunto de los homosexuales en el contexto del humanismo del Papa, pero desgraciadamente como si fuera una única respuesta, cuando en realidad el Papa ha respondido a dos preguntas distintas.
Cuando el Papa habla del derecho de cada homosexual a tener una familia se refiere exclusivamente a la realidad de muchos jóvenes que tienen que sufrir el desprecio de la familia parental por motivo de su preferencia sexual y que se ven excluidos y discriminados por su familia, por sus padres.
En lo referente al matrimonio, mal llamado igualitario, el Papa mantiene la doctrina de la Iglesia en la que se afirma que el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer con la finalidad de ayuda mutua y la procreación y educación de los hijos.
Ciertamente el Papa, acertadamente, reconoce que las personas que conviven en una misma casa, sea por motivo que sea, incluso en una relación homosexual pero no exclusivamente, tienen derecho de contar con una figura jurídica que garantice una cobertura legal de los convivientes, nunca equiparable con el matrimonio. Lo demás son malos entendidos.