Agencias
El Papa Francisco lamentó que el inicio del año este marcado por una “intensificación de las tensiones y la violencia” y mostró preocupación por lo que sucede en Oriente Medio después del aumento de la tensión entre Irán y los Estados Unidos.
Durante el tradicional encuentro de principios de año con el cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede y que sirve para hacer una balance del año anterior y denunciar los conflictos y desigualdades en el mundo, remarcó que estas tensiones están “poniendo en riesgo, ante todo, el lento proceso de reconstrucción de Irak” y denunció que pueden “crear las bases de un conflicto a mayor escala que todos desearíamos poder evitar”.
Su Santidad renovó su llamado para que todas las partes interesadas “eviten el aumento de la confrontación y mantengan encendida la llama del diálogo y del autocontrol, en el pleno respeto de la legalidad internacional”.
Ante los embajadores de los 183 países con los que el Vaticano mantiene relaciones, el Papa Francisco afirmó que “desgraciadamente, el Año Nuevo no parece estar marcado por signos alentadores, sino por una intensificación de las tensiones y la violencia”.
En su discurso abordó también el tema de los abusos a menores por parte de miembros del clero, que calificó de “delitos gravísimos” y de “crímenes que ofenden a Dios, causan daños físicos, psicológicos y espirituales a las víctimas y lesionan la vida de comunidades enteras” y reiteró que “la Santa Sede renueva su compromiso para que se investiguen los abusos cometidos y se asegure la protección de los menores” y se afronten tanto “en el ámbito del derecho canónico” como “a través de la colaboración con las autoridades civiles, a nivel local e internacional”.
Asimismo, el Sumo Pontífice miró a Latinoamérica y mostró preocupación por la multiplicación de las crisis políticas en diversos países y afirmó que, aun cuando tienen raíces diferentes, tienen en común profundas desigualdades, injusticias y la corrupción endémica y conminó a los líderes políticos de estas naciones para que “se esfuercen por restablecer con urgencia una cultura del diálogo” y refuercen “las instituciones democráticas y promuevan el respeto del estado de derecho, con el fin de prevenir las desviaciones antidemocráticas, populistas y extremistas”.
Recordó además “la urgencia de que la comunidad internacional entera, con valentía y sinceridad, y en el respeto del derecho internacional, confirme de nuevo su compromiso de sostener el proceso de paz israelí-palestino”. Del mismo modo denunció, lo que calificó como “el manto de silencio que intenta cubrir la guerra que ha destruido Siria durante este decenio”.
También mencionó el conflicto en Yemen y el sufrimiento de su población y pidió recordar que en el mundo hay miles de personas, con legítimas peticiones de asilo, necesidades humanitarias y de protección probada, que necesitan ayuda.