IV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO
Pbro. J. Jesús Suárez Arellano
IDEAS PARA EL CELEBRANTE
Cuando estamos enfermos sentimos en carne propia cómo las dolencias nos incapacitan; hay actividades que queremos hacer, pero no podemos; es como si no fuéramos totalmente humanos…
En el evangelio de hoy vemos a Jesús obrando con su poder de sanación. No es que cure a todos los enfermos, pero muestra que Dios quiere cuidarnos para que seamos personas íntegras y sanas, eso es lo que significa “curar”. Jesús quiere que lleguemos a ser como él, es decir, personas plenamente humanas, integradas e íntegras, no sólo físicamente, sino en todos los sentidos, porque es entonces cuando honramos plenamente a Dios, hechos a su imagen y semejanza…
Pidamos a Dios en esta celebración que nos haga sanos y santos por la escucha y aplicación de su palabra…
SALUDO
Jesús proclamó a la gente la Buena Nueva de sanación y de Vida plena. Esta misma Buena Nueva nos la proclama a nosotros aquí y ahora. Movamos nuestros corazones al compás de sus palabras para tener y comunicar curación y vida.
Jesús, el Profeta del Señor, esté siempre con ustedes. R/ Y con tu espíritu.
ACTO PENITENCIAL
En silencio reconozcamos cómo el pecado es, con demasiada frecuencia, la enfermedad de nuestro corazón. Pidamos al Señor que nos cure de todo pecado. (Pausa)
• Señor Jesús, tú viniste para curarnos y a darnos vida plena. R/ Señor, ten piedad.
• Cristo Jesús, profeta anunciado desde los tiempos antiguos, tú nos has hecho hijos del Dios vivo: R/ Cristo, ten piedad.
• Señor Jesús, no quieres que nuestro corazón esté dividido para que podamos actuar como tú al servicio del Reino. R/ Señor, ten piedad de nosotros.
Ten misericordia de nosotros, Señor, y pronuncia solamente la palabra por la que nos sanes del pecado y llévanos a la vida eterna. Amen.
LITURGIA DE LA PALABRA
Deuteronomio 18, 15-20: El Señor promete suscitar un profeta que hable sólo de lo que él le inspire y que no hable en nombre de nadie más… Y el pueblo deberá escucharlo pues, si no lo hace, Dios les pedirá cuentas…
Salmo 94: El Señor nos invita a dejarnos guiar por él, escuchándolo con un corazón moldeable y dócil…
1 Corintios 7, 32-35: Dios, para que podamos servirlo mejor, no quiere que andemos preocupados ni divididos entre diferentes intereses…
Marcos 1, 21-28: Jesús enseña y actúa con una autoridad que nunca nadie antes de él había manifestado, de tal manera que hasta los espíritus malignos lo obedecen…
ORACIÓN DE LOS FIELES
Oremos a Dios nuestro Padre que nos otorga curación y salvación. Y digámosle: R/ Señor, pronuncia tu palabra poderosa.
1. Para que en la Iglesia llevemos unos a otros la sanación del perdón y la compasión, roguemos al Señor. R/ Señor, pronuncia tu palabra poderosa.
2. Para que los enfermos mangan la esperanza de que sanarán y que puedan sobrellevar sus sufrimientos con paciencia y fortaleza, roguemos al Señor. R/ Señor, pronuncia tu palabra poderosa.
3. Para que todos los que sufren a temprana edad experimenten el amor y la atención de las personas que se ocupan por ellos, roguemos al Señor. R/ Señor, pronuncia tu palabra poderosa.
4. Para que siempre reservemos espacio en nuestro corazón y en nuestro calendario para ocuparnos de quienes requieren nuestra valiente ayuda y tiernos cuidados, roguemos al Señor. R/ Señor, pronuncia tu palabra poderosa.
5. Para que los internados en hospitales y clínicas reciban la atención humanitaria y los cuidados amorosos que requieren del personal médico y de sus seres queridos, roguemos al Señor. R/ Señor, pronuncia tu palabra poderosa.
6. Para que en nuestras comunidades compartamos unos con otros nuestro dolor y nos ayudemos a aliviar los sufrimientos de nuestros hermanos, roguemos al Señor. R/ Señor, pronuncia tu palabra poderosa.
Dios compasivo y misericordioso, permanece con nosotros y ayúdanos a cuidarnos y sanarnos los unos de los otros, por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
INVITACIÓN A ORAR CON EL PADRENUESTRO
Oremos a Dios, nuestro Padre, con las palabras que nos enseñó el mismo Jesús, con ellas podemos dar voz a todas nuestras peticiones no expresadas: R/ Padre nuestro…
INVITACIÓN A LA COMUNIÓN
Éste es Jesucristo, el Señor, quien proclamó la Buena Nueva de la salvación con poder y autoridad. Dichosos nosotros por escuchar su invitación y por recibir de él el alimento que nos da fuerza y sanación. R/ Señor, yo no soy digno…
DESPEDIDA Y BENDICIÓN
Hermanos: Sabemos que las palabras son muy poderosas.
Pues nuestro amigo Jesús nos ha regalado sus palabras con confianza y amor… Esto no puede dejarnos indiferentes; nos obliga a rechazarlo o a entregarnos a él.
Ojalá que aceptemos su evangelio con valentía y luchemos contra el espíritu del mal en el mundo…
Para ello, que la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo descienda sobre ustedes y los acompañe para siempre. Amén.