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Preparando mi liturgia: La ingeniería del alegre encuentro con Dios y con nuestros hermanos

II DOMINGO DE ADVIENTO

Pbro. J. Jesús Suárez Arellano

IDEAS PARA EL CELEBRANTE/GUÍA

El Concilio Vaticano II ha restaurado el sentido del Adviento, cambiándolo de un tiempo de penitencia y conversión a su objetivo original: un tiempo de ESPERANZA.  En Adviento recordamos la venida constante de Cristo, y nos percatamos de que él tiene que venir más profundamente a nuestra Iglesia y a nuestro mundo; lo tenemos que hacer más presente y visible…

Para disponernos a hacer esto, necesitamos conversión, naturalmente; pero más especialmente necesitamos esperanza de que, a pesar de tener todo en contra, este reino vendrá y se instaurará.  Para profundizar esa esperanza, tenemos que aprender a percibir los signos, que nos desvelan que lo que anhelamos está ya presente entre nosotros.  Que nuestro Señor abra nuestros ojos para percibir signos en nuestra vida.

Sabemos que se gastan tremendas cantidades de dinero para construir mejores carreteras, para tener mejores comunicaciones, pero quedan todavía muchos obstáculos entre la gente y entre las naciones para comunicarse mutuamente.  De la misma manera hay todavía muchos obstáculos para la venida eficaz de nuestro Salvador a nuestro mundo.  La gente pone barricadas y controles, y nosotros tenemos que eliminarlos, para que la misericordia y libertad, la justicia y el amor de Cristo alcancen a todos los hombres.

¡Ah, ojalá todos pudieran encontrar a Cristo como salvador y experimentar la salvación de Dios en su vida!  En esta celebración le pedimos a Jesús, el Señor, que seamos el camino hacia él para muchos, y que podamos “acercarlo” a los hermanos.

SALUDO

Que nuestro amor mutuo nos prepare para el Día del Señor, cuando Jesucristo vuelva…

Su gracia y amor estén siempre con ustedes.

ACTO PENITENCIAL

Sabemos que somos pueblo en camino, peregrinos en marcha, pero, a veces, tropezamos y caemos.

Ahora, con humildad y desde el fondo de nuestro corazón, le pedimos al Señor que nos perdone.  ¿Somos realmente personas de esperanza, con una fe capaz de cambiar este mundo?  (Pausa)

•      Señor Jesús, tú te hiciste uno de nosotros para hacernos capaces de caminar al encuentro de tu misericordia y de tu esperanza.  R/ Señor, ten piedad.

•      Cristo Jesús, tú confías en nosotros y nos das la energía y la fuerza para construir senderos hacia la paz y el perdón.  R/ Cristo, ten piedad.

•      Señor Jesús, tú nos guías en el camino del amor y la generosidad y quieres llevar la salvación a todos.  R/ Señor, ten piedad.

En tu bondad misericordiosa, Señor, cólmanos con la alegría de tu perdón y haznos mirar al presente y al futuro con una infatigable esperanza.  Y, al finalizar nuestra vida presente, enjuga las lágrimas de nuestra aflicción y llévanos a cantar las alegrías de la vida eterna.  R/ Amén.

LECTURAS

Baruc 5, 1-9: Dios anuncia al pueblo de Israel que acabará su luto y se convertirá en signo radiante de la salvación de Dios mientras vuelve del destierro… Dios le prepara el camino, lo guía y lo protege de vuelta a su tierra y a él mismo…

Salmo 125: El regreso del cautiverio provoca alegría, cantos y admiración por la acción de Dios a favor de su pueblo; él lo hace florecer y fructificar…

Filipenses 1, 4-6. 8-11: Pablo dice a los filipenses que reza alegremente por ellos y les agradece afectuosamente su compromiso con el evangelio, también les pide crecer en el entendimiento y amor por los auténticos valores, para que sean limpios, irreprochables y den frutos de justicia…

Lucas 3, 1-6: Las intervenciones de Dios se dan en la Historia concreta… Juan el Bautista anuncia cómo debemos preparar el camino para que Jesús pueda llegar hasta nosotros trayéndonos su salvación…

ORACIÓN DE LOS FIELES

Celebrante: Roguemos con fe y confianza para que todos los hombres vean y acepten la salvación que Jesús ofrece a todos.  Y digamos: R/ Ven, Señor, no tardes.

1. Por el papa, los obispos, sacerdotes y líderes laicos, para que nos fortalezcan en nuestra fe y nos ayuden a acelerar la venida del Señor.  Roguemos al Señor: R/ Ven, Señor, no tardes.

2. Por todos los fieles extendidos por todo el mundo, para que sean luz para nuestro tiempo, para que conserven bien vivas y activas la fe y la esperanza, y para que trabajen en favor de mayor justicia y honestidad en nuestro mundo.  Roguemos al Señor. R/ Ven, Señor, no tardes.

3. Por todos los que no creen en Dios, para que ellos también pongan todos sus talentos e ilusiones al servicio del pueblo y de toda la comunidad humana.  Roguemos al Señor. R/ Ven, Señor, no tardes.

4. Por los que temen al futuro, para que dejen de lado todos sus temores y angustias, y aprendan a esperar en Dios y a confiar en sus promesas.  Roguemos al Señor. R/ Ven, Señor, no tardes más.

5. Por todos nosotros aquí reunidos, para que nuestros ojos estén abiertos y nuestros corazones vigilantes para reconocer y recibir a Cristo nuestro Señor, cuando venga a nuestro encuentro.  Roguemos al Señor. R/ Ven, Señor, no tardes más.

Celebrante: Señor Jesucristo, danos la determinación y el valor para quitar los obstáculos que nos separan a los unos de los otros, y para allanar el camino para tu llegada.  Quédate con nosotros, Señor, ahora y por los siglos de los siglos. Amén.

INVITACIÓN A RECITAR EL NUESTROPADRE

Roguemos a nuestro Padre en el cielo para que sepamos crecer en el cumplimiento de su voluntad y en sembrar las semillas de su reino.  R/ Padre Nuestro…

INVITACIÓN A LA COMUNIÓN

Éste es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.

Dichosos nosotros invitados a preparar el camino para su venida, para que la gente en todo el mundo pueda ver su salvación.  R/ Señor, no soy digno…

ORACIÓN DE POSTCOMUNIÓN

Señor, Dios de la esperanza, al escuchar tu palara y comulgar hemos aprendido y celebrado de nuevo la venida de Jesucristo en medio de nosotros.

Que este breve encuentro con él nos renueve y nos restaure para que lleguemos a ser humildes señales de ruta hacia la justicia, la paz, la dignidad y la alegría.

Que sobrepasan, con mucho, nuestras propias fuerzas, pero que pueden ser compartidas por todos,

si le permitimos a tu Hijo ir con nosotros hacia ti.

Te lo pedimos por el mismo Jesucristo nuestro Señor.  R/ Amén.

DESPEDIDA Y BENDICIÓN

Hermanos: Para ser una autopista hacia Dios, llana, suave, recta, necesitamos volvernos más semejantes a Cristo.  Podremos mostrar a otros el camino hacia él y preparar el camino para su plena venida, solamente si tomamos en serio el Evangelio, si el Señor se hace visible en nosotros con su bondad, su compasión, su amor, con su preocupación por la justicia y la verdad.

Que Dios nos dé fuerza y nos bendiga a todos…

El Señor esté con ustedes…

La bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo descienda sobre ustedes y permanezca para siempre.

Vayamos juntos por los caminos del Señor.  R/ Demos gracias a Dios.

Acerca de Gabriela Ceja Ramirez

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Lic. en Comunicación | Especializada en Comunicación Pastoral, por el ITEPAL y la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín, Colombia | Editora de Semanario Arquidiocesano de Guadalajara.

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