V Domingo del Tiempo Ordinario, Ciclo A, 09 de Febrero del 2020.
Adaptación: Pbro. J. Jesús Suárez Arellano
Saludo:
El Señor Jesús, luz del mundo, que nos reúne, haga que nuestros rostros reflejen su luz y que siempre este con ustedes. R/ Y con tu espíritu.
Ideas para el celebrante:
(Ser luz para iluminar; ser sal para realzar el sabor.
Lo que nos sorprende del mensaje de las lecturas de hoy es cuánto confía Cristo en nosotros, incluso más que nosotros mismos. Él nos confía la misión de ser luz que ilumina el mundo, sal que preserva y da sabor, con el Evangelio vivido, la misión de ser una ciudad de luz que atraiga a todos a Dios… ¡Qué responsabilidad! Hoy, pidamos a Jesús que encienda su luz en nosotros).
Acto penitencial:
Que poco ha brillado la luz de Cristo en nuestras vidas… Pidamos perdón al Señor. (pausa)
- Señor Jesús, que eres la luz verdadera que ilumina el mundo. Señor ten piedad.
- Cristo Jesús que dijiste de ti mismo: “Yo soy la luz del mundo, el que me siga tendrá la luz de la vida”. Cristo, ten piedad.
- Señor Jesús, que nos dices: Tú eres la luz del mundo. Tu luz debe brillar para toda la humanidad. Señor, ten piedad.
- Señor, deja que la luz de tu misericordia se lleve la oscuridad de nuestro pecado. Danos a luz de la vida y condúcenos a la vida eterna. R/ Amen.
LECTURAS:
Isaías 58, 7-10: Isaías nos enseña qué cosas hemos de hacer y cuáles no para que nuestra luz sea como una aurora: dar comida al hambriento, techo al desamparado, vestido al desnudo… También hemos de evitar oprimir, amenazar y ser ofensivos… Así seremos luminosos como un mediodía…
Salmo 111: Si queremos brillar como una luz en las tinieblas hemos de ser justos, clementes, compasivos, generosos para con los pobres, honrados, obedientes a Dios…
1 Corintios 2, 1-5: San Pablo nos dice que no quiere hablar con sabiduría humana, sino que desea fundamentar la fe de sus oyentes en el verdadero poder de Dios: Cristo crucificado…
Mateo 5, 13-16: Jesús nos manda ser la sal que de sabor al mundo y luz que ponga en perspectiva la realidad… Y aclara que nos hacemos luminiscentes por la práctica de las buenas obras…
Peticiones:
Pidamos al Padre que verdaderamente nos convirtamos en la sal y la luz del mundo. Respondemos diciendo: R/Señor, que tu luz ilumine el mundo.
- Para que haya más amor en la tierra, Señor, te pedimos que dispongas a la gente para ser más comprensiva y amistosa con los demás y compartan con mayor facilidad con los necesitados, oremos.
- Para que haya más justicia en la tierra, dispón a los gobernantes y responsables públicos para hacer sitio entre sus prioridades y presupuestos a los empobrecidos y desempleados. Oremos.
- Para que haya más paz en la Tierra, dispón a todas las naciones a poner fin a las palabras de odio, de amenaza y de venganza. Oremos.
- Para que haya más alegría en la tierra, dispón a aquellos que siguen a tu Hijo a mostrar simpatía y afecto los unos a los otros, para que sean fieles a sus amigos y se preocupen de sus comunidades. Oremos.
- Para que haya más fe en la tierra, dispón a todos tus hijos e hijas a vivir como hijos de la luz ante ti y a la vista de la gente. Oremos.
Señor Dios, oramos para que tu luz ilumine a toda la tierra. A pesar de que somos limitados, permite que nuestras acciones sean reflejo de la luz de tu amor, en el nombre de Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Invitación a la comunión:
Este es Jesús el Señor.
Él dijo: “Yo soy la luz del mundo”.
Él nos dice: “Tú eres la sal; tú eres la luz”.
Estamos felices porque el Señor confía en nosotros
y nos invita a recibirle. R/ Señor, yo no soy digno….
Bendición:
Que nuestro amor sea como la sal que da sabor a la vida y le da sentido.
Que nuestro modo de vivir sea una luz para todos los que viven en la oscuridad.
Que nuestras comunidades cristianas sean como ciudades iluminadas para ser vistas desde lejos como signos de que Dios está con su pueblo.
Y que Dios los bendiga para su misión:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. R/ Amen
Vayan en paz y lleven la luz de Cristo a todos los que viven con ustedes. R/ Demos gracias a Dios.