Sergio Padilla Moreno
Este jueves 20 de mayo se conmemorarán quinientos años del acontecimiento que cambió los sueños de gloria de un hombre que quería ser un gran caballero a la conquista del poder, la fama y los amores. Este día, pero del año 1521, una bala de cañón le destrozó la pierna derecha a Iñigo de Loyola, durante la batalla donde defendió férreamente, como parte del ejército castellano, el castillo de la ciudad de Pamplona contra la incursión de las tropas francesas.
FE ANTE LOS EMBATES DE LA VIDA
Durante los meses siguientes la convalecencia de Iñigo fue muy dolorosa, no solo por la gravedad de la herida, sino por los escasos adelantos médicos de la época que le llevaron a tener que romper sus huesos, semanas después de la primera intervención, para volver a acomodarlos, en un hecho que el propio paciente calificó más tarde de “carnicería”.
En medio de un proceso de curación terriblemente complejo, con el peligro de muerte que se cernía sobre Iñigo y con la crisis personal por el revés que le daba la vida, atendió el consejo de confesarse sacramentalmente, abrevando en el pequeño, pero suficiente resto de fe que tenía en aquella época. La fortaleza del todavía joven vasco, quien por esos meses llegaba a los treinta años, le permitió avanzar en su recuperación y darse tiempo para leer, hecho que le cambió la vida. El propio Ignacio de Loyola, años más tarde, lo cuenta así en su autobiografía:
“Y porque era muy dado a leer libros mundanos y falsos, que suelen llamar de caballerías, sintiéndose bueno, pidió que le diesen algunos de ellos para pasar el tiempo; más en aquella casa no se halló ninguno de los que él solía leer, y así le dieron un Vita Christi y un libro de la vida de los santos en romance.” Esos libros lo marcarían y lo llevarían a un proceso profundo de metanoia, digno de ser conmemorado en el inicio del Año Ignaciano, el cual lleva por título Ignatius 500
Ignatius 500 | 500 años de la espiritualidad ignaciana
En la página oficial del Año Ignaciano, que se celebrará del 20 de mayo del año en curso, al 31 de julio del 2022, se invita a descubrir y profundizar “una espiritualidad que ha facilitado el encuentro con Dios de multitud de personas de generación en generación”.
HÁGASE TU VOLUNTAD
En aquel año de 1521 hubo una conjunción de elementos que transformaron radicalmente la vida de Ignacio: un contexto histórico conflictivo, una experiencia vital radical, los cuidados que recibió en su convalecencia y algunos libros concretos; todo ello fue vehículo de la voluntad de Dios para invitar a Ignacio de Loyola a decir, como María, “hágase en mí según tu palabra.”
Durante este año dedicaré algunos textos en este espacio para presentar diversos libros que nos puedan acercar a la vida, espiritualidad y personalidad de San Ignacio de Loyola, así como diversos títulos que nos puedan acercar a conocer y profundizar en la Espiritualidad Ignaciana (AMDG).
El autor es académico del ITESO, Universidad Jesuita de Guadalajara – padilla@iteso.mx