Templo con historia
Ubicado en el Centro Histórico de la ciudad de Guadalajara, Santa María de Gracia guarda en sus cimientos la historia de ser la primera catedral de la
ciudad de Guadalajara.
Al ser un templo ubicado en el primer cuadro de la ciudad, Santa María de Gracia es Capellanía, ésto quiere decir que es un templo de celebraciones de Misa y pertenece a la Parroquia y Decanato del Sagrario Metropolitano. Coloquialmente, a estos templos también se les llama “templos de
paso”, porque no tienen comunidad, por ello brindan su atención a los
feligreses que acuden a ella de diferentes partes.
VESTIGIOS DE HISTORIA Y CULTURA
“Santa María de Gracia es un templo conventual, pues en sus orígenes albergó a la Monjas Dominicas de Santa María de Gracia, la primera orden femenina que vino a la Nueva Galicia.” Nos compartió el M.I. Sr. Canónigo
Daniel Hernández Rosales, quien es el señor Cura de este peculiar templo.
En 1661 se colocó la primera piedra de lo que conocemos actualmente, “y
es por toda esta historia que el Templo está declarado como patrimonio de
la nación y es protegido por el INBA (Instituto Nacional de Bellas Artes) y
el INAH (Instituto Nacional de Antropología e Historia)” añadió.
“No es muy vistoso en el exterior, pero el interior es muy agradable y
acogedor. La Imagen principal es la imagen es Nuestra Señora de la
Gracia, una Imagen que representa a María Santísima, como nuestra Sra. Del Rosario, es la imagen de la Virgen con el Niño en brazos y ambos traen en la manos colgando un rosario”. Compartió el Presbítero.
La sacristía, de acuerdo con lo que han declarado algunos historiadores,
es una de las mejores sacristías en proporción y en belleza, aunado a ésto,
todavía se conservan las pinturas dominicas al óleo del tapatío Antonio
Henriquez, del siglo XVIII, pues en la pintura “El milagro de Santo Domingo” se puede apreciar la fecha de 1754.
EQUIPO DE TRABAJO
El Sr. Canónigo Daniel Hernández también es el asesor del Colegio José
Cardenal Salazar y en esta institución es donde trabaja el joven Armando
Castellanos, quien gracias al apoyo que brinda, se encarga de gestionar los trámites necesarios para poder celebrar las Confirmaciones de los alumnos, en el Templo de Santa María de Gracia.
También se encuentran dos sacristanes que fungen a su vez como guardianes, pues a pesar de que es un templo que está en zona céntrica, no ha estado exenta de la delincuencia, pues al ser un lugar discreto, los amantes de lo ajeno la han visitado. “En una ocasión le robaron el rosario que portaba en la mano a la Virgen”, nos compartió el Canónigo.
También cuenta con un organista, Manuel Escoto, quien se incorporó
hace casi seis meses y una notaria María Guadalupe Rodríguez.
LA GUERRA DE REFORMA
El convento de Santa María de Gracia resguardó la integridad de la congregación y de sus acaudaladas pupilas de 1581 a 1872. Pues con las reformas a la constitución de 1857 y la posterior Guerra de Reforma, tuvieron que salir del claustro y resguardar el patrimonio de Imágenes y vasos sagrados para que no fuera saqueado.
“Una vez que terminó la Guerra de Reforma, se recuperaron los espacios
de culto, por lo que se brindó atención espiritual de manera directa limitadamente en Santa María de Gracia, estando como Capellán el Santo Mártir San Justino Orona Madrigal, de 1909 a 1912, como oficial de la curia y atendía la Capilla de Santa María de Gracia”. Concluyó el M.I. Canónigo Daniel Hernández.
Actualmente, se tiene una reliquia de primer grado, que consiste en una
astilla de hueso.
UN POCO DE HISTORIA
A un costado del Teatro Degollado, se encuentra la iglesia de Santa María de
Gracia, en el lugar que ocupó de 1549 a 1618 la iglesia de San Miguel, que
sirvió de primera catedral de la ciudad de Guadalajara. En la fachada ubicada en la esquina de Venustiano Carranza e Hidalgo se aprecia una placa que recuerda este hecho.
La iglesia es de las más antiguas de la ciudad, su historia se remonta a la fundación del convento de Santa María de Gracia, que surge ante la necesidad de contar con un convento para las hijas de los prósperos y acaudalados, que hasta ese entonces, si alguna quería entrar a la vida religiosa, debían de enviarlas a Puebla, Oaxaca o la Ciudad de México.
Así, el 17 de agosto de 1588 se realizó su fundación con religiosas de la Orden Dominica que vinieron de Puebla para este fin. Se instalaron primero en donde se encontraba el Mercado Corona, para en 1590 trasladarse a su lugar actual, frente a la Plaza de San Agustín, ocupando
lo que fue la iglesia mayor de la ciudad y el Hospital Real de San Miguel.
Su nuevo hogar era una pobre capilla de adobe, por lo que las monjas buscaron que se les construyera una iglesia de mayor tamaño y convento adecuado. Así, el 7 de abril de 1661 se colocó la primera piedra de la nueva iglesia, que, aunque mutilada, hoy apreciamos.
LLEGÓ A SER EL MÁS GRANDE
Con el tiempo, llegó a ser el más grande y rico de los conventos de monjas de la Nueva Galicia. Sus límites eran al Sur con la calle Hidalgo, al Poniente con la calle de Belén, al Norte con Juan Manuel y al Oriente con el Río San Juan de Dios, hoy Calzada Independencia.
Contaba con huerto, ojo de agua, siete patios, cementerio especial con capillitas para entierros de las sirvientas, enfermería, casa para los Capellanes, celdas que constaban de una pequeña vivienda con su cocina, así como gallinero. Ocupaba el aproximado de seis cuadras de hoy.
Sus religiosas eran conocidas como “las canónigas”, por sus comodidades y privilegios, a diferencias de sus hermanas dominicas del convento de Jesús María, que eran conocidas como “las burras”. Dentro de los muros del convento, quedó el Colegio de Doncellas españolas, que educó a muchas de las damas de la aristocrática ciudad.
En 1736 se agrandó la iglesia con cinco bóvedas y las del coro. Se construyó
el altar mayor y ocho colaterales, todos dorados, con santos de talla. En
1694 se colocó la primera gran campana, con el nombre de Santa María de
Gracia, en 1711 se puso otra más chica y en 1740 otras dos.
Durante el siglo XIX, las monjas tuvieron que abandonar el claustro en varias ocasiones, una de ellas en 1866 por la Ley de la Exclaustración, en el que el convento sufrió robos y destrucción, y se destinó a casas de vecindad. En 1874 se reunieron de nuevo en una reducida parte de lo que fue su convento y, finalmente, durante la Revolución fueron arrojadas del lugar, destinándose junto con la iglesia a varios usos, hasta que fue entregada para abrirse al culto de nuevo a los Sacerdotes del Espíritu Santo.
Facebook: Templo de Santa María de Gracia.
Dirección: Av. Miguel Hidalgo y Costilla 156, Zona Centro, 44100 Guadalajara, Jal.
Tel: 33 3658 2355.
Horario de notaría:
Lunes a viernes: 10:00 a.m. – 13:00 p.m. y de 5:00 a 8:00 p.m.
Los jueves descansan.
Horarios de Misa:
Lunes a jueves: 7:00 p.m.
Domingo: 9:30 a.m. y 12:00 p.m.
*Los sábados se reserva para petición de ceremonias especiales.
Horarios de confesión: 5:00 a 7:00 p.m.