upc4

Juan López Vergara

La Iglesia ofrece hoy un pasaje del santo Evangelio, que muestra la importancia de nuestra decisión ante el anuncio del Reino, no obstante de que es frecuente decir una cosa y hacer otra. Esto se convierte en un obstáculo para la realización del mayor anhelo de Dios, que consiste en compartir su proyecto de vida, pero contando siempre con el compromiso de nuestra libertad, siendo coherentes con la fe que pregonamos (Mt 21, 28-32).

JESÚS ENCARÓ A LAS SUPREMAS AUTORIDADES
En un clima de enfrentamiento, Jesús cuestionó a los sumos sacerdotes y a los ancianos del pueblo mediante una parábola:

“Un hombre que tenía dos hijos fue a ver al primero y le ordenó: ‘Hijo, ve a trabajar hoy en la viña’. Él le contestó: ‘Ya voy, señor’, pero no fue. El padre se dirigió al segundo y le dijo lo mismo. Éste le respondió: ‘No quiero ir’, pero se arrepintió y fue” (vv. 28-30).

Jesús enfrentó a las supremas autoridades por la negativa influencia que ejercieron en el pueblo ante el anuncio del Reino, y les preguntó cuál de los dos hijos cumplió la voluntad del padre. Ellos respondieron que el segundo, y así reconocieron que el “sí” y el “no” del principio al ser desmentidos con los hechos perdieron toda significación.

“PORQUE DICEN, PERO NO HACEN”
Lo que cuentan son las obras y no los buenos deseos ni las apariencias, por muy bellas o espirituales que aparezcan. Con Dios, representado por el padre, lo que vale es el cumplimiento de su voluntad (véase Mt 5, 48). Después, en la misma sección narrativa del primer Evangelio, descubrimos a Jesús que previene a la gente y a sus propios discípulos de quienes están sentados en la cátedra de Moisés: “porque dicen y no hacen” (Mt 23, 3).

LLAMADOS A REALIZAR LA VOLUNTAD DEL PADRE
Jesús, entonces, lanzó un severo desafío a los representantes oficiales de Israel, colocándolos por debajo de las categorías más despreciadas de Israel: Los publicanos y las prostitutas se les han adelantado en el camino del Reino de Dios” (v. 31). Bajo una respetuosa actitud de los dirigentes hacia Dios, se escondía su absoluta infidelidad hacia Él. Ésta Jesús la dejó al descubierto cuando afirma:

“Porque vino a ustedes Juan, predicó el camino de la justicia y no le creyeron; en cambio, los publicanos y las prostitutas, sí le creyeron; ustedes, ni siquiera después de haber visto, se han arrepentido ni han creído en él” (v. 32).

La predicación del Bautista suscitó diversas reacciones que dejaron ver las tendencias profundas. Las normas sociales que declaraban a alguien proscrito fueron abolidas, quedando como única norma vigente para el discípulo de Cristo la realización de la voluntad del Padre, manifiesta en la gratuidad del Reino, porque Él “quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento pleno de la verdad” (I Tm 2, 4).

Muy apreciables lectores, para actualizar el santo Evangelio del día de hoy, los invito a preguntarnos: ¿nuestra vida es coherente con la fe que proclamamos de palabra?

@arquimedios_gdl

TE INVITAMOS A FORMAR PARTE DE LOS

Comunicadores Parroquiales

Los cuales promueven la Pastoral de la Comunicación en sus Parroquias

Dirección

"En la Iglesia tenemos urgente necesidad de una comunicación que inflame los corazones, sea bálsamo en las heridas e ilumine el camino de nuestros hermanos y hermanas"

Papa Francisco

Copyright @2023 – Todos los Derechos Reservados.